Probablemente
el personaje femenino del cómic más popular en América durante los años treinta
fue Annibelle, protagonista de una serie
pensada para lectoras, quizá la primera en su género, pero que se popularizó de
tal manera que las tiras eran leídas también por los hombres. Su creadora fue
la dibujante Dorothy Urfer, nacida en
Indianápolis en 1905, toda una pionera del cómic y la ilustración cómica. La
joven Dorothy trabajó como higienista dental, y en Cleveland presentó sus
dibujos en la sucursal local de la Newspaper Enterprise Association (NEA),
donde fue inmediatamente contratada. Entre 1929 y 1930 Urfer trabajó en la
serie Radiomanía que ya gozaba de
alguna popularidad entre los lectores. Basada en los entonces popularísimos
programas de radio, Radiomanía
retrataba y caricaturizaba a las estrellas del medio.
A
partir de diciembre de 1929, Dorothy Urfer inició en la NEA su serie original Annibelle, que publicada en las páginas
femeninas de los diarios, se convirtió muy pronto en un auténtico éxito. Al
principio la serie se presentó en una sola tira horizontal o vertical y en
blanco y negro. A partir de 1935, se amplió a dos tiras en color. Urfer
continuó dibujando las tiras de su Annibelle
hasta 1936, fecha en que se casó, retirándose por completo.
A
partir de entonces se hizo cargo de la serie otra mujer, Virginia
Krausmann, nacida en Cleveland en 1912. Virginia había estudiado
en la Escuela de Artes de Cleveland, y en la NEA se dedicó a ilustrar las
novelas que se publicaban por entregas en los suplementos dominicales de los
diarios. Sustituyó a Dorothy Urfer en la serie de Annibelle en marzo de 1936, encargándose del guión y los dibujos
hasta 1939. Krausmann simultaneó ese trabajo con la serie Marianne, que había creado años antes la ilustradora Ethel Hays, a
quien dedicamos también un reciente artículo. Marianne era muy similar a Annibelle
en su planteamiento. Virginia Krausmann se hizo cargo de ambas series hasta los
primeros años cuarenta, cuando, siguiendo los pasos de Dorothy Urfer, su
antecesora, se casó y colgó los lápices definitivamente para dedicarse a sus
labores de ama de casa. A nadie extrañe, eran cosas de los tiempos. Krausmann
falleció en 1986.
En
cuanto a Annibelle, la serie que ideó
Dorothy Urfer y continuó Virginia Krausmann, digamos que se trataba de una tira
y de un personaje simpático. La protagonista, anclada en los felices veinte y
por completo ajena a las penalidades de la gran depresión de los treinta, vive
una vida feliz de lujos, compras y fiestas que transportaban a sus lectoras a
una fantasía muy parecida a la que veían en los cines. Las pequeñas aventuras
de Annibelle parecen sacadas de
aquellas comedias del primer sonoro con los bailes de Fred Astaire y los
glamurosos vestidos de la Garbo o de Ginger Rogers. Para que os hagáis una
idea, os dejamos aquí abajo unas cuantas muestras de la serie y algún otro
trabajo de las dos artistas que la hicieron posible.