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lunes, 28 de abril de 2025

URFER, KRAUSMANN Y SUS ANNIBELLES


 

Probablemente el personaje femenino del cómic más popular en América durante los años treinta fue Annibelle, protagonista de una serie pensada para lectoras, quizá la primera en su género, pero que se popularizó de tal manera que las tiras eran leídas también por los hombres. Su creadora fue la dibujante Dorothy Urfer, nacida en Indianápolis en 1905, toda una pionera del cómic y la ilustración cómica. La joven Dorothy trabajó como higienista dental, y en Cleveland presentó sus dibujos en la sucursal local de la Newspaper Enterprise Association (NEA), donde fue inmediatamente contratada. Entre 1929 y 1930 Urfer trabajó en la serie Radiomanía que ya gozaba de alguna popularidad entre los lectores. Basada en los entonces popularísimos programas de radio, Radiomanía retrataba y caricaturizaba a las estrellas del medio.

A partir de diciembre de 1929, Dorothy Urfer inició en la NEA su serie original Annibelle, que publicada en las páginas femeninas de los diarios, se convirtió muy pronto en un auténtico éxito. Al principio la serie se presentó en una sola tira horizontal o vertical y en blanco y negro. A partir de 1935, se amplió a dos tiras en color. Urfer continuó dibujando las tiras de su Annibelle hasta 1936, fecha en que se casó, retirándose por completo.


A partir de entonces se hizo cargo de la serie otra mujer, Virginia Krausmann, nacida en Cleveland en 1912. Virginia había estudiado en la Escuela de Artes de Cleveland, y en la NEA se dedicó a ilustrar las novelas que se publicaban por entregas en los suplementos dominicales de los diarios. Sustituyó a Dorothy Urfer en la serie de Annibelle en marzo de 1936, encargándose del guión y los dibujos hasta 1939. Krausmann simultaneó ese trabajo con la serie Marianne, que había creado años antes la ilustradora Ethel Hays, a quien dedicamos también un reciente artículo. Marianne era muy similar a Annibelle en su planteamiento. Virginia Krausmann se hizo cargo de ambas series hasta los primeros años cuarenta, cuando, siguiendo los pasos de Dorothy Urfer, su antecesora, se casó y colgó los lápices definitivamente para dedicarse a sus labores de ama de casa. A nadie extrañe, eran cosas de los tiempos. Krausmann falleció en 1986.

En cuanto a Annibelle, la serie que ideó Dorothy Urfer y continuó Virginia Krausmann, digamos que se trataba de una tira y de un personaje simpático. La protagonista, anclada en los felices veinte y por completo ajena a las penalidades de la gran depresión de los treinta, vive una vida feliz de lujos, compras y fiestas que transportaban a sus lectoras a una fantasía muy parecida a la que veían en los cines. Las pequeñas aventuras de Annibelle parecen sacadas de aquellas comedias del primer sonoro con los bailes de Fred Astaire y los glamurosos vestidos de la Garbo o de Ginger Rogers. Para que os hagáis una idea, os dejamos aquí abajo unas cuantas muestras de la serie y algún otro trabajo de las dos artistas que la hicieron posible.

 



















sábado, 26 de abril de 2025

ROBERT REDFORD, EN LO MÁS ALTO DEL PODIO

 





Algunos críticos coincidieron recién inaugurado el siglo XXI, al señalar a Robert Redford como el mejor actor vivo. Esas son sin duda, palabras mayores, y en esto, como en las sempiternas y cíclicamente repetidas listas de las mejores películas, la subjetividad adquiere un peso singular. De lo que no cabe duda es de que Redford es un grandísimo actor. Destacó desde sus tímidos comienzos en el teatro y la televisión. Destacó ya en la gran pantalla en títulos como Descalzos por el parque, Tal como éramos, Dos hombres y un destino o El golpe. En su filmografía por encima de la extensión está la calidad, así que resulta lícito sacar la conclusión de que Redford ha sabido elegir bien sus papeles. Buenos guiones, buenos repartos y buenos directores también. George Roy Hill y sobre todo, Sidney Pollack, supieron sacar de Robert al mejor Redford. De alguna manera Redford se ha instalado en el imaginario colectivo como una espléndida continuación de Newman, con quien compartió reparto en sus primeros trabajos. Físicamente notable, el actor ha protagonizado también seguramente muchos de los sueños eróticos de millones de espectadoras en todo el mundo. Su inolvidable papel en Memorias de África, secundando a una extraordinaria Meryl Streep, le consagró como el más admirado y admirable galán del último tercio del siglo.

En su homenaje traemos el enlace con el tráiler y la banda sonora de la versión de El gran Gatsby que protagonizó en 1974, filme cuya estética lo ha elevado a película de culto, y en el que la presencia de Robert Redford adquiere tintes casi sobrenaturales. Pasen y disfruten.

Robert Redford. Trailer de El gran Gatsby. 1974

The Great Gatsby (1974) - trailer soundtrack - YouTube

Próxima entrega: Jane Fonda


martes, 22 de abril de 2025

TANTO MONTA. LA BODA DEL MILENIO

 


Mediado el siglo XV, la infanta Isabel de Castilla estaba destinada a suceder a su hermano Enrique IV, llamado por unos el Liberal y por otros el Impotente, al frente de la Corona castellana. Por las mismas fechas en Aragón, el príncipe Fernando, hijo de Juan II, esperaba heredar de su padre la Corona aragonesa. Fernando era, a pesar de su juventud, un muchacho despejado que había tenido buenos preceptores, hablaba varias lenguas, y había viajado por sus posesiones mediterráneas y por gran parte de Europa. Se dice que Maquiavelo escribió El Príncipe, su más famosa obra, pensando precisamente en él. Isabel por su parte, era una joven hermosa, al decir de alguna crónica que la describe como alta, robusta, de ojos azules y cabellos rubios como correspondía a su sangre inglesa. También debía ser muy decidida, pues cabalgaba mejor que muchos hombres, y había cazado osos armada de una jabalina. Todo un carácter.


Careciendo de descendencia como se deduce de su apodo, Enrique el Impotente tenía decidido en principio que le sucediera Isabel, su hermana menor, hasta que a sus oídos llegaron noticias de traiciones y conspiraciones en las que al parecer, andaba envuelta. Enrique, haciendo honor a su otro apodo, el Liberal, era si no un rey “democrático”, algo del todo impensable en pleno siglo XV, sí al menos moderado en su política. Sus principales consejeros y apoyos políticos y financieros eran judíos, en algún caso conversos, y en otros todavía fieles a la ley mosaica. Isabel en cambio, era una especie de integrista religiosa muy próxima a las ideologías reaccionarias de los dominicos, primitivo germen de lo que poco después sería la Inquisición. Consideraba que su hermano estaba rodeado de gentuza. Uno de los principales amigos y consejeros de Isabel era Alfonso Carrillo, el arzobispo de Toledo, adalid de la línea más dura contra judíos y moriscos.


Así que el rey Enrique recordó de repente que oficialmente tenía una hija, la princesa Juana, a quien apodaban La Beltraneja porque la suponían fruto de una relación de la reina con el cortesano Beltrán de la Cueva, y cambió sus planes, designando a Juana heredera del trono. Planeó también casar a Isabel con Girón, el gran maestre de Calatrava, un judío converso que carecía de suficiente categoría social para ser rey, frustrando de esa manera las aspiraciones de su hermana. La reacción del partido de Isabel no se hizo esperar. El arzobispo Carrillo se puso secretamente en contacto con Fernando de Aragón, y éste no lo pensó dos veces. Aprovechando la ausencia de Enrique, de viaje por Extremadura, el príncipe aragonés cruzó la frontera disfrazado entre un grupo de mercaderes judíos, se presentó en la corte castellana, rindió público homenaje a Isabel y le obsequió un collar de cuarenta mil escudos. Aquello era una petición de mano en toda regla, y Enrique, aunque estaba furioso, no tuvo más remedio que aceptarlo. No podía oponerse a la boda ofendiendo a Aragón, el más poderoso estado vecino. Así que Carrillo los casó. La intriga gestada por el arzobispo resultó ser a la postre la más exitosa operación política de la Europa de su tiempo. Isabel ocupó el trono de Castilla en 1474, a la muerte de Enrique IV, y no sin una fuerte oposición por parte de los partidarios de Juana, que derivó en una cruenta guerra civil resuelta a favor de Isabel. Cinco años después, en 1479, a la muerte de Juan II, Fernando heredó la Corona de Aragón.


En 1492, con la conquista de Granada casi se completó la expansión peninsular, que culminó en el siglo siguiente, cuando Fernando ya viudo, se desposó con Germana de Foix, incorporando así Navarra a su reino. También en ese mismo año prodigioso de 1492, Cristóbal Colón pisó la primera tierra americana descubierta, tomando posesión de ella en nombre de Castilla. Los reinos que siete siglos antes habían surgido en los reductos de las montañas cantábricas y pirenaicas, se convirtieron al final del siglo XV, en los más poderosos de Europa precisamente en aquellos años críticos en que convencionalmente se ha establecido el fin del periodo medieval y el principio de la llamada Edad Moderna. En Bigotini cerramos con esto la serie histórica de los reinos cristianos peninsulares, aunque prometemos continuar glosando otros episodios del pasado.

-Voy a pedirte matrimonio con un anillo que perteneció a mi difunta abuela.

-Genial, pero, ¿por qué me has traído al cementerio?

-Calla y dame esa pala.


sábado, 19 de abril de 2025

EL PADRE ISLA Y SU FRAY GERUNDIO

 


Nacido en 1703 en el municipio leonés de Cistierna, José Francisco de Isla se crió en Valderas. Fue un niño precoz e inteligente, que a los once años se graduó como bachiller en leyes, e ingresó a los dieciséis en la Compañía de Jesús. Estudió después filosofía y teología en Salamanca. Lástima que una mente superdotada como la suya perdiera el tiempo con la teología, cuyos libros, según el gran Jorge Luis Borges, deberían exponerse en la sección de fantasía. Pero en fin, en aquella España atrasada de los albores del XVIII las ciencias brillaban por su ausencia, así que el joven Isla no tuvo más remedio que aplicarse a las letras tanto sagradas como profanas.

A los diecinueve años tradujo la Historia del emperador Teodosio, y escribió cuatro comedias en verso que se representaron en las fiestas de la canonización de san Luis Gonzaga y san Estanislao de Kostka. Enseñó filosofía en Segovia, Compostela, Medina del Campo y Pamplona. Destacó también como predicador en Zaragoza y Valladolid, mientras continuó su brillante trabajo de traductor, trasladando al castellano las principales obras históricas de autores franceses.


Le ofrecieron el cargo de confesor de la reina doña Bárbara de Braganza. Lo rechazó, probablemente para huir de la etiqueta y los politiqueos cortesanos. Fue gran seguidor de Baltasar Gracián otro hermano de su orden, y seguramente inspirado en su magisterio, se decidió a dar a la imprenta en 1758 la primera parte de su Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, desobedeciendo como Gracián, a sus superiores jesuitas, y firmando la obra con el nombre ficticio de Francisco Lobón de Salazar. La inusualmente abundante primera edición del libro (1500 ejemplares) del que sus amigos habían hecho alguna publicidad, se agotó en solo tres días, y puso en guardia a la Inquisición que la prohibió en menos de un mes. La segunda parte del Fray Gerundio tuvo que publicarse diez años después, en 1768, en edición clandestina y en Italia, donde Isla se exilió con el resto de sus hermanos jesuitas cuando la Compañía fue expulsada de España.



Sin menoscabo del resto de su producción literaria, el Fray Gerundio es la obra más famosa y emblemática del padre Isla, y naturalmente es la que aquí os traemos en su edición digital (clic en el enlace de más abajo). Se trata de una sátira de los predicadores que continuaban cultivando el estilo pomposo, gongorino y pedante. Su protagonista, el lego Antón Zotes, muchacho natural de Campazas, y de poca sal en la mollera, que al convertirse en fraile adopta el pretencioso nombre de fray Gerundio, sirve al autor como ejemplo y símbolo de una España atrasada, inculta y orgullosa de su incultura y de su atraso. Gerundio es una auténtica bestia que, encaramado a un púlpito, inculca sus bestialidades en la cabeza hueca de cuantos acuden a oírle predicar. Es novela que se inspira en el género picaresco y en lo mejor de la literatura barroca de los siglos de oro, con El Quijote cervantino a la cabeza. Destacan por encima de todo en la obra de Isla el humor, el ingenio, la ironía, la parodia y la sátira más despiadada. La acción es muy escasa, limitándose a los grotescos estudios del protagonista y a sus disparatadas ocurrencias disfrazadas de fingida erudición. Una delicia que en su tiempo indignó a los estamentos eclesiásticos, divirtió a sus lectores, y hoy en día nos sigue deleitando tanto por sus ingeniosas salidas, como por el retrato que dibuja Isla de aquella casposa España suya y de algunos de sus ridículos habitantes, que a día de hoy siguen pareciéndonos todavía demasiado cercanos y hasta presentes, quién sabe por qué.

José Francisco de Isla falleció en el exilio de Bolonia en 1781. Su Fray Gerundio y el resto de su obra se conocieron años más tarde en España gracias al empeño de una de sus hermanas que dedicó su vida y su hacienda a esa misión. Al final del XVIII se publicaron sus obras completas contaminadas con algunas otras apócrifas o espurias. 

https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=Fray+Gerundio+de+Campazas.pdf

Como el estudiantico ya era un poco espigado, adulto y barbicubierto, miraba con buenos ojos a una mozuela vecina suya… Padre Isla. Fray Gerundio de Campazas.


martes, 15 de abril de 2025

PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PIEL

 


Se aproxima el buen tiempo, y muy pronto se llenarán playas y piscinas. Sin embargo la exposición al sol conlleva riesgos importantes para la salud.

Aunque la sociedad actual identifica una piel bronceada con un aspecto saludable, la excesiva pigmentación y la salud no siempre están relacionados.

La luz solar nos proporciona cuatro efectos beneficiosos importantes:

 

 

1.          Estimula la síntesis de vitamina D, que previene el raquitismo y la osteoporosis.

2.          Favorece la circulación sanguínea.

3.          Contribuye a aliviar algunas dermatosis.

4.          Estimula la síntesis de neurotransmisores cerebrales responsables del estado de ánimo, lo que explica que seamos más felices en épocas y climas luminosos y cálidos.

 

Sin embargo, no todo son ventajas. Existen una serie de efectos adversos:

 

·                     Hiperpigmentación.

·                     Eritema actínico.

·                     Manchas melánicas.

·                     Arrugas.

·                     Cataratas.

·                     Tumores superficiales.

Cancer cutáneo: carcinomas y melanomas. 


 

Estos efectos adversos dependen fundamentalmente de las radiaciones solares llamadas ultravioleta, de las que, según su longitud de onda, se conocen tres tipos:

·                     UVC: entre 200 y 280 nm. No llegan a la superficie de la Tierra. Son muy peligrosas para el hombre y las absorbe la capa de ozono de la atmósfera.

·                     UVB: entre 280 y 320 nm. Son muy energéticas y responsables del eritema (quemaduras). Penetran a nivel epidérmico y provocan el bronceado de la piel.

·                     UVA: entre 320 y 400 nm. Entre el 30 y el 50% de estos rayos llegan a niveles profundos de la dermis y son más perjudiciales que los UVB porque tienen menor energía. Son los responsables del envejecimiento de la piel y del melanoma.

Los efectos adversos no son iguales en todas las circunstancias ni para todas las personas. Varían en dependencia de una serie de factores:

Altitud: la intensidad es más elevada cuanto más grande es la altitud.

Oblicuidad: se recibe diferente intensidad según el ángulo de incidencia sobre la superficie terrestre.

Latitud: en una misma estación hay diferente oblicuidad de los rayos solares.

Clima: las nubes y la humedad absorben las radiaciones.

Superficie: la reflexión de los rayos solares varía según la superficie:


En cuanto a los tipos de piel, también puede existir mayor o menor riesgo: Por tanto, la respuesta a una misma radiación será diferente según el individuo que la reciba.


LAS PERSONAS DE PIEL CLARA TIENEN MÁS RIESGO DE SUFRIR CÁNCER DE PIEL POR LA AUSENCIA RELATIVA DE PIGMENTACIÓN DE LA PIEL. Según distintos estudios clínicos, utilizar un fotoprotector  de factor 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo.

 

LAS LARGAS EXPOSICIONES SOLARES CON PROTECCIÓN INSUFICIENTE, AUMENTAN EL RIESGO DE MELANOMA MALIGNO.

 

MEDIDAS DE PROTECCIÓN

Siempre tenemos que protegernos de las radiaciones, y hay diferentes maneras de hacerlo. Las radiaciones ultravioleta del sol se pueden combatir utilizando prendas de vestir adecuadas, con sombreros, viseras y sobre todo, aplicando adecuadamente cremas de protección solar sobre la piel.

 


Protectores solares. Consejos y recomendaciones para su correcta aplicación:

Para obtener un resultado óptimo de la utilización de un fotoprotector, es necesario seguir cuatro normas básicas:

·                     Aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol. Por lo tanto, aplicar el fotoprotector en casa, nunca en el lugar de exposición.

·                     Aplicarlo en las zonas de la piel que vayan a quedar expuestas (cara, cuello, brazos, etc.).

·                     Hacerlo sobre la piel bien limpia (después de la ducha) y perfectamente seca.

·                     No escatimarlo.

 

Respetadas estas normas, también será necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. Evitar las pulverizaciones de agua durante las exposiciones.

2. Evitar los perfumes y las colonias alcohólicas que contienen esencias vegetales, porque son fotosensibilizantes.

3. Elegir el fotoprotector más indicado atendiendo al fototipo.

4. Utilizarlo, aunque esté nublado.

5. Protegerse la cabeza con un sombrero o gorra con visera; los ojos con gafas adecuadas, y los labios con protector labial.

6. Estar en movimiento. No es nada aconsejable mantenerse inmóvil durante horas.

7. Beber agua frecuentemente para evitar la deshidratación.

8. Tener en cuenta que determinados medicamentos (por ejemplo los antibióticos) pueden provocar reacciones a la exposición solar.


En función del tiempo de exposición los filtros, cremas y protectores solares, ofrecen distintos FACTORES DE PROTECCIÓN (FPS):


Por lo tanto, en caso de exposición prolongada a las radiaciones solares, los criterios para una correcta elección del protector solar, serán:

1.          FACTOR DE PROTECCIÓN DE 50 COMO MÍNIMO.

2.          QUE SEA RESISTENTE A LA HUMEDAD (CALIFICADO COMOWATERESISTANT O COMOWATERPROOF).

3.          QUE CUENTE CON LAS DEBIDAS GARANTÍAS SANITARIAS (ADQUIRIRLO EN FARMACIAS Y NUNCA EN SUPERMERCADOS O DROGUERÍAS).

 

El mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio.


sábado, 12 de abril de 2025

POR UN PUÑADO DE DÓLARES. LOS MATERIALES DE LA VIDA

 


Pues sí, Por un puñado de dólares, como el título de la famosa película de Sergio Leone, solo que en este artículo no vamos a tratar de cine, sino de biología. Según un reciente cálculo de la Real Sociedad de Química del Reino Unido, para construir un ser humano harían falta un mínimo de 59 elementos. Seis de ellos –carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, calcio y fósforo-, constituyen más del 99% de lo que somos. Los demás intervienen en una proporción bajísima en nuestra composición: una pizca de molibdeno, vanadio, manganeso, estaño, cobre, hierro…, cantidades insignificantes que se miden en partes por millón o incluso en partes por mil millones. Por ejemplo, sólo son necesarios 20 átomos de cobalto y 30 de cromo por cada 999.999.999,5 átomos de todo lo demás. El principal elemento de que estamos hechos es el oxígeno, que ocupa más del 60% de nuestro volumen corporal total.

Todo ese oxígeno apenas pesa. Si se encontrara sin combinar con ningún otro elemento, flotaríamos en el aire como globos. Ocurre sin embargo, que nuestro oxígeno se combina con el hidrógeno para formar agua, sustancia que supone casi el 70% de nuestro peso. Es uno de esos milagros de la química que nos dejan maravillados cuando nos iniciamos en ella: dos elementos que por sí solos son gases volátiles menos pesados que el aire, combinándose forman agua, un líquido de peso considerable.


Si supiéramos cómo construir un ser humano, todo el oxígeno necesario para fabricarlo nos saldría por unos 10 euros, 8,90 libras según Bill Bryson a quien seguimos en este comentario recogiendo los datos que aporta en su libro El cuerpo humano. Una guía para ocupantes, RBA Libros, Barcelona 2022. El hidrógeno costaría unos 18 euros, el nitrógeno apenas 30 céntimos. El carbono resultaría algo más caro, unos 50 euros, y por aproximadamente 53 podríamos adquirir el calcio, el fósforo y el potasio… En definitiva, saldríamos de una droguería bien surtida habiendo gastado unos pocos cientos de euros, nos llevaríamos los materiales necesarios por un puñado de dólares, tal como decimos en el título.

En el caso de ser unos aprendices de brujo más bien pobretones, pero muy mañosos para fabricar seres humanos, podríamos obtener todos esos materiales completamente gratis con sólo llenar un par de sacos de tierra de cualquier jardín. Todos los elementos necesarios se encuentran en la naturaleza en relativa abundancia, y pueden ser recogidos con una humilde pala de jardinero.


Claro que hecho lo fácil, quedaría por hacer lo más difícil, lo verdaderamente imposible, porque sólo la vida es capaz de engendrar nueva vida. Así es y así ha sido desde el nacimiento de nuestro primer antepasado microscópico, la primera célula viva capaz de reproducirse por sí misma, de la que descendemos en sucesivas generaciones el resto de los seres vivos que habitamos el planeta. Así es, así ha sido, y esperemos que así siga siendo por mucho tiempo.

El milagro de la replicación es obra –ya lo sabéis-, del ADN, esa fantástica cadena de nucleótidos enlazados que albergamos en todos y cada uno de los núcleos de nuestras células, tan intrincadamente plegado que ocupa un espacio infinitesimal, pero que si pudiera desplegarse mediría aproximadamente un metro. Tenemos tantas células que si pudiera empalmarse todo el ADN de nuestro cuerpo desplegado, se obtendría una hebra de más de 15.000 millones de kilómetros de longitud y podría extenderse a una distancia que rebasaría la que nos separa de Plutón.

Parece una cifra abrumadora. Es una cifra abrumadora, pero es completamente real. Como lo es que nuestros alveolos pulmonares extendidos cubrirían la superficie de una pista de tenis, o que la longitud de todos nuestros vasos sanguíneos puestos unos a continuación de otros, darían dos veces y media la vuelta al mundo. Todos estos datos son sin duda extraordinarios, pero lo que resulta todavía más extraordinario es que para formar a un ser vivo a partir de otro, o bien a partir de otros dos, si hablamos de reproducción sexual, no hay nadie al mando. En el ADN están los planos, está escrito el método para fabricar proteínas que son los ladrillos de que estamos construidos. En cuanto el proceso se inicia a partir de que una célula se divide en dos exactamente iguales o a partir de que se unen los ADN de óvulo y espermatozoide, cada componente de la célula responde a las señales químicas de otros componentes. En palabras de Bill Bryson, todos chocan y se empujan entre sí como los autos de choque, pero de algún modo, todo ese movimiento aparentemente aleatorio se traduce en una acción fluida y coordinada, no sólo dentro de la célula, sino en todo el cuerpo, en la medida en que las células se comunican con otras células situadas en diferentes partes de nuestro cosmos personal.



Pertenecemos a una especie afortunada. Somos los únicos seres vivos de este planeta y quién sabe si también del resto del universo, capaces de comprender todas estas cosas, capaces de seguir investigando y aprendiendo. Pertenecemos a la misma especie que Bach, Miguel Ángel, Cervantes o Marie Curie. Pero mucho cuidado con envanecernos, pertenecemos igualmente a la misma especie que Hitler, Atila o Jack el destripador. Nuestro complejo organismo no es mucho más complejo que el de una lombriz de tierra, cuyos componentes por cierto, son exactamente los mismos que los nuestros. Juan Eslava Galán en su Enciclopedia nazi contada para escépticos, Planeta, Barcelona 2021, recoge el testimonio de Hans Horn, un soldado alemán reclutado a la fuerza, que relató los horrores de la guerra de esta manera (absténganse de su lectura los lectores sensibles):

Cuando pasamos la frontera rusa encontramos el primer tren hospital, muchos vagones y lleno hasta los topes. Aquí no hay ningún guerrero entusiasta ni soldados desfilando. Ha desaparecido todo el barniz. Anémicos, caras magras que nos miran fijamente. Puedes leer mucho y muchas cosas en sus ojos hundidos. Muchos son irreconocibles, envueltos en vendajes de gasa o enyesados hasta el cuello. Apesta a yodo y orines […]. Habían colocado a un herido a mi lado. Sentí el fuerte gemido del hombre, pero enseguida me quedé profundamente dormido. Los piojos seguían activos, pero sin perturbar el sueño. En un acto reflejo me rasqué el pecho y bajé la mano hasta la entrepierna, donde encontré algo que parecía una salchicha. Al despertar a la mañana siguiente vi que no se trataba de mi miembro. Había unas serpientes viscosas como salchichas. De golpe comprendí lo que era: las tripas del vecino. Con espanto miré los varios metros de intestinos rosados que tenía encima, algunos incluso enredados entre las piernas. Los intestinos, a los que se pegaban briznas de paja, estaban llenos de piojos. Al vecino le habían cosido la barriga, pero en el transcurso de la noche se había rascado la costura y todo se había salido. Los dos comenzamos a gritar. Es decir, el pobre estaba tan desfallecido que apenas le salía un gemido de la garganta. Inmediatamente lo llevaron a la mesa de operaciones. No lo volví a ver.

He aquí pues, lo que podemos ser, lo que somos. La cumbre del reino animal y al mismo tiempo su mayor vergüenza.

No puede un hombre sentirse a gusto sin su propia aprobación. Mark Twain.