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martes, 15 de abril de 2025

PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PIEL

 


Se aproxima el buen tiempo, y muy pronto se llenarán playas y piscinas. Sin embargo la exposición al sol conlleva riesgos importantes para la salud.

Aunque la sociedad actual identifica una piel bronceada con un aspecto saludable, la excesiva pigmentación y la salud no siempre están relacionados.

La luz solar nos proporciona cuatro efectos beneficiosos importantes:

 

 

1.          Estimula la síntesis de vitamina D, que previene el raquitismo y la osteoporosis.

2.          Favorece la circulación sanguínea.

3.          Contribuye a aliviar algunas dermatosis.

4.          Estimula la síntesis de neurotransmisores cerebrales responsables del estado de ánimo, lo que explica que seamos más felices en épocas y climas luminosos y cálidos.

 

Sin embargo, no todo son ventajas. Existen una serie de efectos adversos:

 

·                     Hiperpigmentación.

·                     Eritema actínico.

·                     Manchas melánicas.

·                     Arrugas.

·                     Cataratas.

·                     Tumores superficiales.

Cancer cutáneo: carcinomas y melanomas. 


 

Estos efectos adversos dependen fundamentalmente de las radiaciones solares llamadas ultravioleta, de las que, según su longitud de onda, se conocen tres tipos:

·                     UVC: entre 200 y 280 nm. No llegan a la superficie de la Tierra. Son muy peligrosas para el hombre y las absorbe la capa de ozono de la atmósfera.

·                     UVB: entre 280 y 320 nm. Son muy energéticas y responsables del eritema (quemaduras). Penetran a nivel epidérmico y provocan el bronceado de la piel.

·                     UVA: entre 320 y 400 nm. Entre el 30 y el 50% de estos rayos llegan a niveles profundos de la dermis y son más perjudiciales que los UVB porque tienen menor energía. Son los responsables del envejecimiento de la piel y del melanoma.

Los efectos adversos no son iguales en todas las circunstancias ni para todas las personas. Varían en dependencia de una serie de factores:

Altitud: la intensidad es más elevada cuanto más grande es la altitud.

Oblicuidad: se recibe diferente intensidad según el ángulo de incidencia sobre la superficie terrestre.

Latitud: en una misma estación hay diferente oblicuidad de los rayos solares.

Clima: las nubes y la humedad absorben las radiaciones.

Superficie: la reflexión de los rayos solares varía según la superficie:


En cuanto a los tipos de piel, también puede existir mayor o menor riesgo: Por tanto, la respuesta a una misma radiación será diferente según el individuo que la reciba.


LAS PERSONAS DE PIEL CLARA TIENEN MÁS RIESGO DE SUFRIR CÁNCER DE PIEL POR LA AUSENCIA RELATIVA DE PIGMENTACIÓN DE LA PIEL. Según distintos estudios clínicos, utilizar un fotoprotector  de factor 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo.

 

LAS LARGAS EXPOSICIONES SOLARES CON PROTECCIÓN INSUFICIENTE, AUMENTAN EL RIESGO DE MELANOMA MALIGNO.

 

MEDIDAS DE PROTECCIÓN

Siempre tenemos que protegernos de las radiaciones, y hay diferentes maneras de hacerlo. Las radiaciones ultravioleta del sol se pueden combatir utilizando prendas de vestir adecuadas, con sombreros, viseras y sobre todo, aplicando adecuadamente cremas de protección solar sobre la piel.

 


Protectores solares. Consejos y recomendaciones para su correcta aplicación:

Para obtener un resultado óptimo de la utilización de un fotoprotector, es necesario seguir cuatro normas básicas:

·                     Aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol. Por lo tanto, aplicar el fotoprotector en casa, nunca en el lugar de exposición.

·                     Aplicarlo en las zonas de la piel que vayan a quedar expuestas (cara, cuello, brazos, etc.).

·                     Hacerlo sobre la piel bien limpia (después de la ducha) y perfectamente seca.

·                     No escatimarlo.

 

Respetadas estas normas, también será necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. Evitar las pulverizaciones de agua durante las exposiciones.

2. Evitar los perfumes y las colonias alcohólicas que contienen esencias vegetales, porque son fotosensibilizantes.

3. Elegir el fotoprotector más indicado atendiendo al fototipo.

4. Utilizarlo, aunque esté nublado.

5. Protegerse la cabeza con un sombrero o gorra con visera; los ojos con gafas adecuadas, y los labios con protector labial.

6. Estar en movimiento. No es nada aconsejable mantenerse inmóvil durante horas.

7. Beber agua frecuentemente para evitar la deshidratación.

8. Tener en cuenta que determinados medicamentos (por ejemplo los antibióticos) pueden provocar reacciones a la exposición solar.


En función del tiempo de exposición los filtros, cremas y protectores solares, ofrecen distintos FACTORES DE PROTECCIÓN (FPS):


Por lo tanto, en caso de exposición prolongada a las radiaciones solares, los criterios para una correcta elección del protector solar, serán:

1.          FACTOR DE PROTECCIÓN DE 50 COMO MÍNIMO.

2.          QUE SEA RESISTENTE A LA HUMEDAD (CALIFICADO COMOWATERESISTANT O COMOWATERPROOF).

3.          QUE CUENTE CON LAS DEBIDAS GARANTÍAS SANITARIAS (ADQUIRIRLO EN FARMACIAS Y NUNCA EN SUPERMERCADOS O DROGUERÍAS).

 

El mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio.


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