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miércoles, 7 de febrero de 2024

MILTON CANIFF, EL REMBRANDT DEL CÓMIC

 


En Hillsboro, Ohio, y en 1907 nació Milton Caniff, uno de los indiscutibles maestros del cómic clásico. Era el hijo de un impresor que cuando el pequeño Milton tenía nueve años, trasladó a la familia a California, muy cerca de Hollywood, la Meca del cine. El muchacho participó como extra en el rodaje de varias películas, y en 1922 consiguió publicar sus primeras ilustraciones. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Ohio, donde conoció a Noel Sickles, un dibujante que había adquirido cierta fama con su serie cómica Scorchy Smith. Juntos abrieron una agencia artística en Columbus durante la gran depresión del 29, pero no les fue demasiado bien.

Caniff se trasladó a Nueva York en 1932, y allí consiguió abrirse camino dibujando para varias publicaciones, caricaturas de políticos y otras ilustraciones humorísticas. En esa época cultivó el estilo de dibujo cómico que había aprendido con Sickles y creó su primera serie, Dickie Dare, que narraba las aventuras de un chico de doce años y su perrito, con numerosos guiños a la literatura para jóvenes en sus guiones.


En 1934 presentó al Chicago Tribune los bocetos del que sería su primer trabajo realmente importante, una serie destinada a convertirse en un clásico del cómic mundial: Terry y los piratas. Con un guión espléndido, Terry Lee y su amigo Pat Ryan, recorren el mar de China combatiendo a los sanguinarios piratas capitaneados por una mujer hermosa y malvada, Lady Dragón. El estilo del artista derivó hacia dibujos más realistas a medida que avanzaba la serie, con planos inspirados en el cine y un empleo del blanco y negro y de las sombras, magistral. Terry tuvo un éxito inmediato, y al entrar los USA en la II Guerra Mundial, el ejército encargó a Caniff una historia para elevar la moral de la tropa a base de chicas guapas. En principio eligió como protagonista a la rubia y sexy Bulma, que ya había aparecido en varios episodios de Terry y los piratas. Pero la idea no gustó al Tribune que era propietario de la serie, así que Caniff creó series nuevas protagonizadas por espléndidas heroínas como Male Call o Miss Lace.


Una vez concluida la guerra, en 1947, dejó de dibujar Terry y las demás series para centrarse en un nuevo proyecto: Steve Canyon, serie protagonizada por un as de la aviación que una vez desmovilizado, funda una compañía especializada en misiones arriesgadas. Fue la serie de madurez que consagró a Milton Caniff como uno de los más grandes historietistas, el Rembrandt de los cómics, como fue apodado debido a su magistral empleo de las luces y las sombras. La cabecera de la serie fue obra de su amigo Noel Sickles, que trabajó junto a él como ayudante desde las primeras tiras de Terry.

Caniff continuó dibujando episodios de Steve Canyon hasta el mismo día de su muerte, acaecida en 1988. Os dejamos unas cuantas muestras del trabajo de aquel genial artista.

















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