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lunes, 28 de junio de 2021

SÍNDROME DEL TÚNEL CARPIANO

 

El síndrome del túnel carpiano (STC) es una neuropatía periférica producida cuando el nervio mediano, a nivel de la muñeca, queda atrapado o presionado en el interior del túnel carpiano.

El túnel carpiano es un pequeño orificio situado en el límite de la muñeca y la mano. Está limitado en su parte proximal por los huesos pisiforme, semilunar, piramidal y escafoides; y su parte distal por el trapecio, trapezoide, el grande y el ganchoso. A través de este túnel discurren los tendones del músculo flexor común superficial de los dedos, los tendones del músculo flexor común profundo, y el tendón del músculo flexor largo del pulgar. Contiene también el nervio mediano, que se encarga de la sensibilidad de la parte anterior de los dedos (excepto el meñique), así como del componente motor de la musculatura que permite el movimiento de los dedos y el pulgar.

Todo proceso que provoque ocupación del espacio, inflamación de los tendones, presencia de líquido, etc., causa el atrapamiento del nervio. Es como si una serie de personas estuvieran en un espacio muy reducido, por ejemplo, en una cabina telefónica, y de repente una o varias comenzaran a hincharse como globos. Imagínate que tú eres el nervio mediano, una criatura extraordinariamente sensible. Obviamente, el resultado es dolor, debilidad o entumecimiento de la mano y la muñeca, irradiándose por todo el antebrazo, y llegando en ocasiones a afectar el brazo.



El síndrome del túnel carpiano es de las neuropatías por compresión más comunes. Cuando la muñeca se flexiona o se extiende, la presión puede aumentar, lo que ocasiona isquemia. Esto puede llevar a un círculo vicioso, al aparecer edema vasogénico, aumentando más la presión intratúnel.

El síndrome del túnel carpiano afecta a un 3 % de la población general, con una mayor incidencia en mujeres entre 40 y 60 años. Entre la población trabajadora la incidencia puede superar el 15%. Es una de las más frecuentes patologías laborales.

Los síntomas comienzan gradualmente, con sensaciones de calor, calambre o entumecimiento en la palma de la mano y los dedos, especialmente del pulgar y de los dedos medio e índice. Algunos pacientes sienten los dedos hinchados y torpes, a pesar de no presentar inflamación objetiva. Los síntomas a menudo aparecen primero durante la noche, con sensación de adormecimiento de las puntas de los dedos. Suelen despertar sintiendo la necesidad de sacudir la mano. A medida que los síntomas se agravan, los pacientes comienzan a sentir el calambre durante el día. Hay dificultad para agarrar objetos pequeños o realizar otras tareas manuales. En casos crónicos o sin tratamiento, los músculos de la base del pulgar pueden debilitarse o atrofiarse. Algunas personas no pueden distinguir el frío y el calor. A veces el dolor se manifiesta en la parte superior de la mano y muñeca. Otras veces la mano se queda dormida.

Los síntomas suelen aparecer en trabajadores cuya tarea incluye los movimientos repetitivos de la muñeca, lo que puede provocar inflamación ligamentosa y compresión nerviosa, aunque otras causas como fracturas o lesiones también pueden estar en el origen del STC. La clínica aumenta con la actividad de la muñeca afectada (habitualmente la dominante) y puede remitir sacudiendo o masajeando la muñeca o elevando el miembro afectado (por mejora del retorno venoso y descompresión). Si progresa lo suficiente, el síndrome puede provocar atrofia de la musculatura de la eminencia tenar (la situada junto al dedo pulgar) que limita de manera importante la funcionalidad de la mano afectada.


Resultan especialmente afectados quienes hacen un uso repetitivo de la musculatura del antebrazo (mecánicos, informáticos, fisioterapeutas, dentistas, personal de cadenas de montaje, líneas, etc…). En las trabajadoras del textil y la confección, el STC es la lesión más común. En el año 2006 se aprobó el nuevo cuadro de enfermedades profesionales. En él se recogía que la profesión de camarero se encuentra entre las principales actividades capaces de producir esta dolencia. También es conocida como "enfermedad del guitarrista", ya que por el constante movimiento de brazo, antebrazo y mano, es muy posible que se provoque esta lesión.

En los casos en los que no existe una causa aparente o aquellos de origen funcional el tratamiento se basa en diferentes medidas: por una parte la prevención, adoptando, en lo posible, hábitos de movimiento de la muñeca menos traumáticos o programando períodos alternativos de actividad-descanso. Si esto no es suficiente se inmoviliza la articulación de la muñeca con una férula de descarga y con antiinflamatorios que disminuyan la presión ejercida sobre el nervio mediano. Cuando es necesario se realiza incluso la infiltración local de antiinflamatorios (habitualmente esteroideos), siendo esta técnica una de las más eficaces en el tratamiento agudo del síndrome.

El tratamiento fisioterapéutico es extraordinariamente eficaz, e incluye el uso de calor húmedo, electroterapia y terapia manual. En casos más evolucionados o resistentes al tratamiento conservador, se opta por el tratamiento quirúrgico, consistente en ampliar el espacio de tránsito del nervio, siendo este quizá el tratamiento más resolutivo a largo plazo.

Es el momento de que todos echemos una mano.  Capitán James Garfio (pirata).

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