
A
caballo entre el Romanticismo y el Realismo, Amicis reinventó el género de la
novela de viajes. Antes lo habían cultivado con éxito diversos escritores
románticos europeos. No obstante, Amicis aportó al género sus grandes dotes
para la descripción, y sobre todo, su asombrosa capacidad para dar protagonismo
al pueblo sobre los paisajes y los entornos monumentales. Sus viajes le
permitieron ganarse la vida con la pluma y convertirse en un nombre prestigioso
de la literatura italiana. A esta época corresponden títulos como Constantinopla, España, Holanda, Marruecos,
Recuerdos de Londres o Recuerdos de
París. En la última década del XIX se afilió al partido socialista,
colaborando activamente en su órgano oficial, el periódico Il Grido del Popolo.

En
las últimas décadas la obra ha sido tildada de fascista, y repudiada por
determinados sectores de la izquierda intelectual. Apresurémonos a aclarar que
se trata de una etiqueta absolutamente injusta. Edmondo de Amicis, que durante
toda su vida pública se manifestó afín a los valores de la izquierda social y
política, falleció en 1908, once años antes de la fundación del partido
fascista. Es cierto que en la Italia de Mussolini (como en la España de los
primeros años del franquismo) la novela se promocionó ampliamente entre los
escolares, pero Corazón ni en su
origen ni en su planteamiento se aproxima lo más mínimo a posiciones
totalitarias. Al contrario, el diario de Enrico y los cuentos mensuales que en
él se insertan, están cargados de valores humanos solidarios y no excluyentes.
Estamos ante uno de los clásicos juveniles más recomendables, y una de las
piezas imprescindibles para quien aspire a conocer mejor Italia y los italianos.
El
sueño de mi infancia era tener un perro, pero mis padres eran tan pobres que
sólo pudieron comprarme una hormiga. Woody Allen.
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