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domingo, 11 de junio de 2023

LIPOATROFIA SEMICIRCULAR. ¿OTRO RIESGO EN LA OFICINA?

 


La lipoatrofia semicircular es un trastorno de la grasa subcutánea que se manifiesta visualmente como una retracción de la piel y un hundimiento del panículo adiposo localizado en los muslos y más raramente en los antebrazos. Afecta más a las mujeres (90-95% de los casos). Generalmente es bilateral, aunque pueden darse casos en una sola extremidad. Aparte de la alteración estética puede presentarse con otros síntomas como picores a veces intensos en el área afectada o con menor frecuencia hormigueos y otras disestesias. El curso del trastorno es benigno y suele corregirse fácilmente con el cambio de los hábitos posturales o el cese de la actividad.

Se relaciona con el mantenimiento prolongado de la presión sobre las zonas afectadas en contacto con bordes duros del mobiliario en ciertas oficinas, sobre todo cuando dichos bordes son metálicos. También se ha observado la relación de la lesión con descargas de electricidad estática en mesas y otros equipos de trabajo que no disponen de toma de tierra. La medición de la altura de las lesiones por parte de médicos y ergónomos, coincide con las aristas del mobiliario, por lo que parece existir una relación causa-efecto. 

Oficialmente la entidad no está incluida en la tabla de enfermedades profesionales. No obstante, en Alemania, donde se observó por vez primera la alteración, y en Cataluña, se han producido casos (a veces en forma de brotes) que han recibido la consideración de patología de origen laboral, por lo que los Departamentos de Trabajo y de Salud de la Generalitat de Catalunya han editado de forma conjunta un protocolo de actuación para la lipoatrofia semicircular.

 

Factores que parecen coincidir en todos los casos registrados son:

 

  • Baja humedad relativa (ambiente seco).
  • Mesas y mobiliario provisto de estructuras metálicas.
  • Cantos situados a la altura de las lesiones.
  • Estructuras desprovistas de toma de tierra.
  • Descargas electrostáticas.
  • Malos hábitos posturales.

El diagnostico diferencial debe plantearse con otras lipoatrofias o lipodistrofias inducidas por inyecciones de determinadas sustancias. En estos casos las lesiones se sitúan en otras zonas del cuerpo y no presentan necesariamente el aspecto semicircular característico. En cuanto al tratamiento, una vez corregidas las causas o cuando ha cesado la actividad (jubilaciones), las lesiones tienden a mejorar o desaparecer sin mayores consecuencias.

En política pasa como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal.  Noel Clarasó.


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