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miércoles, 5 de enero de 2022

COLETTE O LA MUJER LIBRE

 


Sidonie-Gabrielle Colette era el nombre completo de la que se hizo llamar simplemente Colette. Nacida en 1873, fue hija de un militar, el capitán Jules Colette, y de Sidonie Landoy, de quien heredó el apelativo familiar de Sidó. Sus padres eran lo que en la época se llamaba librepensadores. Dieron a Colette una educación liberal y laica, y siendo apenas una adolescente conoció a Henry Gauthier-Villars, conocido como Willy, un presunto escritor y célebre libertino, con quien Colette se casó a los veinte años. Él tenía casi cuarenta.

Animada por Willy comenzó a escribir, convirtiéndose en “colaboradora” suya, como llamaba a varios jóvenes de ambos sexos que escribían para que él publicara las obras sin el menor pudor. Eran generalmente novelas cargadas de erotismo que se hicieron muy populares, y que aquel explotador del talento ajeno se limitaba a firmar.

A esta condición de “negra” literaria añadió Colette la de esposa escarnecida o más bien consentidora de toda clase de infidelidades. Poco a poco fue liberándose de la tutela de Willy. Tuvo varias parejas de ambos sexos y encauzó sus inquietudes artísticas en los teatros de vodevil. Su recién adquirida condición de estrella del cabaret le permitió vivir su sexualidad con entera libertad. Tras el divorcio retomó su actividad literaria, produciendo novelas y relatos que vindicaban los derechos de la carne sobre el espíritu y los de la mujer sobre el hombre, lo que se convirtió en el principal eje argumental de su trabajo literario. Fue amante de mujeres espléndidas como la millonaria americana Natalie Clifford Barney, la marquesa de Morny o Marguerite Moreno. En sus amantes masculinos buscó la estatura intelectual, como en los casos de Jean Cocteau, Paul Valéry o el compositor Maurice Ravel, con el que colaboró en algún espectáculo de danza exótica.



Se casó de nuevo en 1911 con Henry de Jouvenet, un periodista de prestigio que se divorció de ella trece años más tarde cuando descubrió que Colette se acostaba con su hijastro de diecisiete.

A partir de 1933 se ocupó de la crítica literaria en el diario Le Journal. A la vez vivió su etapa más intensa en cuanto a producción tanto de novelas como de relatos. Se forjó entonces una reputación prestigiosa en la literatura francesa. Viajaba regularmente a Berlín, Nueva York, Madrid o Montecarlo, se mudó a un lujoso apartamento cercano al Palais-Royal y pasaba los veranos en Saint-Tropez. Fue amante por entonces del barón de Rothschild, y en 1935 se casó por tercera y última vez con Maurice Goudeket, un periodista judío al que había conocido en su juventud.

Goudeket fue detenido por la Gestapo, y pasó la ocupación en un campo de prisioneros, sin que Colette, a pesar de sus muchos esfuerzos, lograra liberarlo. Tras la liberación, Maurice sería su enfermero, ayudándole a soportar la terrible artritis que la postró en una silla de ruedas hasta su fallecimiento en 1954. Dejó a su muerte una fabulosa biblioteca especializada en ciencias naturales y divulgación científica, sin parangón en Francia.

A pesar de su escandalosa vida, Colette obtuvo el reconocimiento que mereció su talento. Fue elegida miembro de la Academia Goncourt y la República la honró con unos funerales de estado, siendo la única escritora francesa a quien se ha dispensado ese honor.


En cuanto a su obra literaria, diremos que es fiel reflejo del talento y de la trayectoria vital de su autora. Sus principales señas de identidad son el erotismo, la afirmación de los derechos de la mujer y un agudo sentido del humor, aunque quizá un tanto amargo. De sus años juveniles destacan Claudine (1903), La ingenua libertina (1909) y La vagabunda (1910). La casa de Claudine (1922) y Lo puro y lo impuro (1932) pueden considerarse ya obras de madurez, y de su última etapa cabe destacar Habitación de hotel (1940), Desnudez (1943) o Gigí (1944) que fue llevada al cine bajo la dirección de Vincente Minnelli, completamente expurgada y libre de cualquier sombra de malicia que pudiera haber molestado a la censura.

Biblioteca Bigotini os pone hoy al alcance de un clic (hacedlo sobre el enlace) la versión digital de La gata, obra de 1933 y perfecto exponente del estilo y el ritmo narrativo de su autora, Colette, por otro nombre Sidó, una de las mujeres más fuertes, libres y sensibles de la literatura y el pensamiento contemporáneos. Disfrutad su lectura. 

https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=La+gata.pdf

Soportaría gustosa una docena más de desengaños amorosos, si eso me ayudara a perder un par de kilos. Colette.


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