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sábado, 6 de febrero de 2021

ANTICONCEPTIVOS HORMONALES. CONSEJOS Y ALTERNATIVAS

 


El 23 de junio de 1960 fue aprobada por la FDA norteamericana la prescripción y venta de lo que entonces se llamó la píldora anticonceptiva hormonal de uso femenino, o simplemente la píldora. En los años siguientes su uso se extendió poco a poco al resto del mundo. Algunos países católicos tardaron más en adoptar el método. En España se legalizó oficialmente el 7 de octubre de 1978, aunque, como es habitual entre nosotros, las disposiciones legales van muy por detrás de los usos sociales, y la píldora se utilizaba ya por entonces con relativa normalidad.

Puede afirmarse sin exageración alguna que la libre disposición de un método anticonceptivo eficaz ha marcado un hito sin precedentes en la liberación de la mujer. La posibilidad de decidir libremente quedar o no embarazada y de elegir el momento en caso afirmativo, con todo lo que de ello se deriva en el plano sexual, social y laboral, supone un salto cualitativo de tal magnitud, que en nuestra opinión sitúa a la píldora a la par y hasta por encima de otras conquistas políticas, sociales o culturales de la mujer.


Actualmente existen distintos tipos de preparados hormonales. La composición más usual, la de la píldora más extendida, es a base de dos clases de hormonas: estrógenos y gestágenos (habitualmente progesterona). El mecanismo de anticoncepción consiste en impedir la formación del óvulo en los ovarios. Por lo tanto, al no existir óvulo, no se produce la fecundación. Esta fórmula puede administrarse en pastillas que se toman diariamente (lo más usual); en forma de parches que se adhieren a la piel y se cambian semanalmente; o mediante un anillo vaginal de material plástico que se introduce como un tampón, y se cambia una vez al mes.

Otras formulaciones contienen exclusivamente gestágenos. Son las llamadas minipíldoras, las inyecciones mensuales o trimestrales, o los implantes subcutáneos que se introducen bajo la piel de la parte interna del brazo y duran entre 3 y 5 años. También está compuesta sólo por gestágenos la llamada píldora del día después, que utiliza dosis elevadas al objeto de, si se hubiera producido la fecundación del óvulo, impedir que el blastocito anide en el endometrio, provocando su expulsión con la regla. Resulta muy eficaz si se administra una dosis doble (2 pastillas) en las primeras 48 horas después de una relación sin protección o dudosa. Conviene restringir su uso a situaciones de emergencia, no siendo aconsejable como método de continuidad.


Las ventajas de la anticoncepción hormonal son indudables. La píldora es un método seguro desde el primer ciclo, ayuda a regular y disminuir los dolores menstruales. Puede ser utilizada en periodos largos, retirarse cuando se desee quedar embarazada, y volverla a consumir después. Pero también los anticonceptivos hormonales presentan algunos inconvenientes: pueden agravar determinadas patologías hepáticas, predisponen a la formación de trombos, particularmente en las mujeres fumadoras. Pueden perder parte de su eficacia en asociación con determinados fármacos. También se reduce la seguridad cuando se olvidan las tomas. En algunas mujeres provocan tendencia al aumento de peso o a las cefaleas. Finalmente afectan en ciertos casos a la libido, reduciendo el deseo sexual.

La fórmula más recomendable es sin duda la que utiliza dos hormonas, estrógenos y gestágenos, administrada diariamente por vía oral (por eso es la más prescrita por los médicos). Sólo en algunos casos convendría utilizar otras fórmulas. Por ejemplo:

§  En el caso de madres lactantes se recomienda usar la píldora de un solo componente, o bien colocarse implantes.

§  Si de forma reiterada se incumplen las tomas. En este caso es preferible utilizar anillo vaginal, implantes o parches.

§  Si se padece hipertensión arterial son más aconsejables los implantes.


Se debe consultar al médico: en el caso de fumadoras inveteradas a las que resulte muy difícil la deshabituación; si aparece dolor abdominal intenso, opresión en el pecho o dificultad respiratoria; si se presenta cefalea intensa, mareos, pérdida de sensibilidad, de fuerza o alteraciones visuales; en caso de flebitis o problemas circulatorios.

Y por supuesto también es obligado visitar al médico cuando se pretenda iniciar un tratamiento anticonceptivo, o si cuando ya está iniciado, se observa ausencia de regla.

El fútbol es como el ajedrez pero sin dados. Lukas Podolski, futbolista alemán.

 


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