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domingo, 22 de diciembre de 2024

LA CASTILLA DE LOS TRASTÁMARAS

 


Alfonso XI accedió al trono castellano en 1312, cuando tenía sólo un año. Hasta que cumplió los catorce, en 1325, no se le consideró mayor de edad. Mientras tanto, se constituyó una regencia entre cuyas figuras más destacadas figuraban su abuela, María de Molina, y el infante Don Juan Manuel, autor de El conde Lucanor. Fue ese un breve periodo durante el que se debilitó un tanto el poder real. En las Cortes de Burgos de 1315 se constituyó la llamada Hermandad General, en la que cobraron peso las ciudades y sus representantes, así como determinados ricoshombres de la nobleza feudal. Todas las decisiones importantes para el reino se discutían y consensuaban, aunque aquello distaba mucho de ser algo remotamente parecido a un régimen democrático, como han querido insinuar algunos comentaristas. Llegado a la mayoría de edad, Alfonso XI, disolvió aquellas hermandades concejiles, sustituyéndolas por regidores nombrados por él. En 1348 se aprobó el Ordenamiento de Alcalá, que consagraba la primacía de la Corona sobre cualquier otro estamento.


En lo militar, Alfonso emprendió una campaña contra el reino nazarí de Granada y los benimerines del norte de África que lo apoyaban. Conquistó Algeciras, pero falleció en 1350, víctima de la peste negra, mientras asediaba Gibraltar, lo que definitivamente frustró la campaña. Recibió el sobrenombre de Justiciero con el que ha pasado a la Historia, aunque suponemos que el mote no haría mucha gracia en los concejos de las ciudades castellanas, privadas por él de autogobierno.

Le sucedió su hijo, Pedro I, conocido como el Cruel a partir de sus sucesores y enemigos. Ya se sabe que la Historia la escriben siempre los vencedores. Continuó Pedro la política de su padre, prescindiendo de la alta nobleza, buscando apoyos en las aljamas de los judíos, y rodeándose de una legión de funcionarios y hombres cultos. En las Cortes de Valladolid de 1351, se elaboró el Becerro de las behetrías, un texto que consagraba la política de todo el poder para la Corona. Se embarcó en una guerra contra Aragón, la Guerra de los dos Pedros, que le enfrentó con el monarca aragonés Pedro IV el Ceremonioso. Francia apoyó a los aragoneses, mientras que Pedro el castellano contó con la ayuda de Inglaterra. En el curso de la contienda, los castellanos llegaron incluso a sitiar Barcelona, pero finalmente la guerra concluyó en un empate que debilitó a ambos.


En cualquier caso, la guerra más importante de Pedro I tuvo que librarse en el interior de su propio reino. Como era de esperar, un amplio sector de la nobleza, descontento con el rey, apoyó las pretensiones de su hermanastro Enrique de Trastámara, hijo bastardo de Alfonso XI y Leonor de Guzmán, dama de mítica hermosura, con la que Alfonso tuvo no sólo a Enrique, sino una verdadera legión de hijos. La dama era, además de bella, de una fertilidad extraordinaria. Aunque Pedro ganó las principales batallas, como la de Nájera en 1367, el apoyo de Aragón y de Francia a su rival resultó decisivo. Al final la victoria fue para Enrique, pues Pedro I fue asesinado en Montiel en 1369.

Enrique II inauguró la dinastía Trastámara en Castilla. Comenzó haciendo amplias concesiones a la nobleza que le había apoyado, las llamadas mercedes enriqueñas. Por eso se le conoce como Enrique II el de las Mercedes. Afirmó sus lazos de amistad con Francia, Portugal, Navarra, y sobre todo con Aragón, acordando las bodas de su heredero, futuro Juan I, con Leonor de Aragón, la hija del Ceremonioso. Enrique convocó Cortes con frecuencia, y en 1371, instituyó la Audiencia de forma definitiva. En política exterior, se alió con Francia, renovó la flota de la Marina castellana, que con él comenzó a adquirir importancia. Los barcos de Castilla jugaron un papel crucial en la batalla naval de La Rochelle, auxiliando a los franceses en 1372.


A la muerte de Enrique II, en 1379, subió al trono su hijo, Juan I, que al enviudar de Leonor, contrajo matrimonio en segundas nupcias con Beatriz de Portugal. Aspiró Juan al trono portugués, pero en Portugal se constituyó un bando anticastellano encabezado por el maestre de la orden de Avis, y apoyado militarmente por los ingleses. Juan I fue derrotado en Aljubarrota en 1385. Un año más tarde, el duque de Lancaster, que estando casado con una hija de Pedro I, reclamaba el trono de Castilla, invadió la península, penetrando por Galicia y llegando hasta la meseta, donde fue obligado a retirarse. En 1388 se firmó la paz de Bayona, en la que se acordaron las bodas del hijo de Juan I, el futuro Enrique III, con Catalina de Lancaster. En política interior, Juan I continuó en la línea de su padre, convocando con frecuencia Cortes, e instituyendo en 1385 el Consejo Real como organismo asesor.


Murió el rey Juan en 1406, antes de que su hijo Enrique III alcanzara la mayoría de edad. Durante este interregno, la nueva generación de nobles, los llamados epígonos Trastámaras, anduvieron muy levantados y gallitos. Al hacerse mayor, Enrique les cortó las alas a todos y la cabeza a más de uno. La política exterior de Enrique III se caracterizó por una notable voluntad de expansión. Continuó reforzando la Marina castellana, alentó las expediciones del aventurero francés Jean de Bethancourt a las islas Canarias, y hasta envió una embajada al país de los tártaros, para aliarse contra los turcos con el famoso Tamerlán. De aquel fantástico viaje, nos queda un no menos fantástico relato, obra de Ruy González de Clavijo.

Al profe Bigotini, que se cansa hasta de ir a la nevera a por cervezas, estos viajes al lejano imperio de los tártaros le parecen agotadores, así que lo dejamos por hoy. Tendré que ir también a la nevera, no sea que nuestro profe se las beba todas.

La única diferencia que existe entre un capricho y una pasión eterna, es que el capricho es más duradero. Oscar Wilde.


jueves, 19 de diciembre de 2024

TEÓFILO GAUTIER. LA MUERTA ENAMORADA

 


Nacido en Tarbes en 1811, Théophile Gautier, es quizá uno de los más importantes escritores románticos franceses, aunque durante el pasado siglo XX muchos críticos e historiadores de la literatura se empeñaran en minusvalorar su obra. Abandonó muy niño su Tarbes natal para trasladarse a París, donde se formó en su juventud. Sus primeras inquietudes artísticas le inclinaron hacia la pintura, pero a partir de 1826, comenzó a escribir poesía con notable éxito. Fue coetáneo y amigo de figuras literarias tan importantes como Balzac, Victor Hugo o Gérard de Nerval. Su juventud parisina discurrió en los ambientes bohemios tan en boga en su tiempo, integrándose en el extravagante grupo artístico autodenominado Le Petit Cénacle, al que también pertenecieron el mencionado Nerval o Alejandro Dumas. Su amigo Honoré de Balzac le consiguió un trabajo bien remunerado en el diario parisino la Chronique, lo que le dio cierta autonomía económica y le permitió viajar a diferentes países de los que en aquella Francia de la época se consideraban exóticos, como Italia, Egipto, Argelia, Turquía o la misma España, que retrató en su narración titulada Viaje a España, con el costumbrismo colorista más tópico. Otras de sus obras de viajes de mayor éxito fueron Constantinopla, Viaje a Rusia o Tesoros del Arte de Rusia, títulos que adquirieron gran éxito en las librerías.


Gautier fue pionero del reporterismo gráfico, aunque ciertamente frustrado por su, al parecer, torpeza tecnológica. En 1840 fue enviado por su periódico a España para cubrir la Primera Guerra Carlista. Se le proporcionó un primitivo aparato fotográfico, el daguerrotipo, pero fue del todo incapaz de obtener una sola imagen, pese a sus muchos intentos. Según confesó después, lo único positivo que sacó de aquella misión fue su estancia en Granada, una fascinación por la ciudad de la Alhambra que mantuvo durante el resto de su vida. El hecho de que la mayor parte de los combates y los movimientos de tropas en aquella guerra, se produjeran mayoritariamente en el norte peninsular, hizo que sus lectores franceses no llegaran nunca a saber gran cosa sobre la guerra carlista, sin embargo, su prosa, elegante y exaltada, conquistó los corazones de todos. En nueve meses escribió más de cien artículos. A su regreso a París, fue nombrado director de la Revue de París, y colaboró en Le Moniteur universal y en la revista L’Artiste.


Se le atribuyó un affaire con la princesa Matilde Bonaparte, sobrina de Napoleón. Junto a Charles Baudelaire, experimentó en sí mismo el efecto de diversas drogas, particularmente el hachís. Se convirtió también en adicto a la absenta. Varias veces estuvo propuesto para ingresar en la Academia Francesa, pero fue rechazado por tres veces a causa de su pésima reputación. Falleció de forma repentina en 1872, siendo enterrado en el cementerio de Montmartre. Su funeral fue mult¡tudinario, confirmando que su popularidad entre los lectores de a pie, rebasó con creces la pobre opinión que sobre su obra vertieron los críticos. Modernamente, ha sido revindicada su figura literaria, proliferando las reediciones y recopilaciones de sus principales títulos.


Cabe destacar entre ellos, en poesía, La Comédie de la mort (1838) o España (1845). En teatro y ballet, Giselle (1841), Le Tricorne enchanté (1845), Le Selam (1850), Gemma (1854) o La Femme de Diomède (1860). En libros de viajes, Voyage en Espagne (1843), Italia (1852), Constantinople (1853) o Voyage en Russie (1867). Pero sin duda las obras que con mayor fortuna han sobrevivido a su autor son las de narrativa. Novelas como Mademoiselle de Maupin (1836), Le Roman de la momie (1858) o Le Capitaine Fracasse (1863); y sobre todo cuentos y narraciones breves, género en el que podemos considerar a Teófilo Gautier un auténtico maestro. Son tantos, que su sola enumeración resultaría prolija. Destacan entre ellos los cuentos terroríficos tan propios del Romanticismo literario. De nuestra Biblioteca Bigotini extraemos la versión digital en castellano de su narración La muerta enamorada, un cuento escalofriante y un perfecto ejemplo del quehacer de Gautier. Clic en el enlace, y a temblar.

https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=La+muerta+enamorada.pdf

El verdadero paraíso no está en el cielo, sino en la boca de la mujer amada. Teófilo Gautier.


domingo, 15 de diciembre de 2024

OLLAS A PRESIÓN Y OTROS ACCIDENTES. PESADILLA EN LA COCINA

 



En estos días tan entrañables llenos de dorados atardeceres, buenos deseos y reencuentros familiares, todo debería discurrir como en un pacífico remanso, por el sereno cauce de la armonía y la concordia. …Y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad. Así reza el evangélico pasaje (Lucas, 2:14). Sin embargo, lamentablemente no siempre suceden las cosas de esta idílica manera. En las cenas familiares a veces ese turbio brebaje alcohólico con el que se brinda por el amor eterno, desata la lengua contenida del más prudente e indispone a las nueras con las suegras, a los hermanos con los hermanos, a los tíos con los sobrinos o a los maridos con las cuñadas feministas. ¡Cuántas rupturas conyugales, cuántos pleitos, y cuántos asesinatos en masa se han forjado, golpe a golpe de mazapán de yema, verso a verso de capón relleno, en los yunques torrenciales de las cenas familiares…!

En fin, en unas fechas tan señaladas como estas, prefiero pasar por alto todas esas miserias, y centrarme en los innumerables riesgos de la cocina. ¿Habéis pensado en cuántas horas pasan cocinando en navidad las amas y los amos de casa? ¿Habéis reparado en la ingente cantidad de armas mortíferas que se amontonan en la cocina como en un arsenal? Cuchillos de grandes dimensiones, peligrosísimos ingenios eléctricos, voraces trituradoras, sangrientos picahielos, humos, fuegos devoradores, sustancias cáusticas, corrosivas, poderosos venenos, ollas a presión de ocho raciones cebadas con metralla suculenta y mortal…


Siniestro polvorín, inestable y monumental santabárbara doméstica que sólo espera la inocente chispa que inicie el cataclismo: bombonas de gas explosionando por doquier a lo largo de manzanas enteras, incendios en cadena, edificios que se derrumban como castillos de naipes, cortes de fluido eléctrico, caos circulatorio, pánico en las calles… Los bomberos hicieron más de ochocientas salidas…, ha desaparecido el barrio de…, el paraje donde se elevaba la antigua capital se ha convertido en un desierto calcinado… El Apocalipsis de fabricación casera ahora a su alcance, señora. Sólo tiene que pulsar el botón y dejarse llevar por la histeria.

En Bigotini, en virtud de la responsabilidad social que nos alcanza, ponemos a disposición de los fieles lectores de nuestro blog (sin duda los más inteligentes frecuentadores de la red), un modesto resumen de los principales riesgos de las cocinas y las medidas preventivas más aconsejables. Lo hacemos porque somos conscientes. Al menos lo seremos hasta haber apurado la última copa. Salud.



 

 

 

Olla a presión

 

 

 

 

 

Riesgos

 

 

Medidas preventivas

 

El siniestro más frecuente que se produce durante la utilización de estos equipos de trabajo es el estallido de la olla en el momento de la apertura, al no haberse realizado la evacuación adecuada del vapor que contiene. Esta presión elevada puede deberse a la obstrucción de las válvulas por los alimentos cocinados impidiendo la liberación del vapor.

Si se incumplen estas instrucciones y se llena la olla en exceso, por encima de las recomendaciones del fabricante, restos de la cocción pueden taponar la liberación del vapor que realizan las ollas a través de la chimenea, y si no se esta atento a la no evacuación realizada, al proceder a la apertura de la olla, esta puede explosionar causando siniestros (quemaduras, golpes...etc) que pueden ser muy graves.

 

 

Para evitar este tipo de accidentes es necesario, además de comprobar el buen estado de la olla a presión, seguir las instrucciones dispuestas en el manual de instrucciones facilitado por el fabricante.

Generalmente los fabricantes establecen como precauciones importantes:

- "Verificar antes de cada utilización que las válvulas no estén obstruidas".

- "Nunca llenar la olla más de 2/3 de su capacidad".

- "Para la cocción de alimentos que se expanden durante la cocción (arroz, las legumbres secas o la compota) o que produzcan espuma (garbanzos, lentejas, puerros, pastas arroz o verduras), hacerlo solo hasta la mitad de su volumen para evitar riesgos de obstrucción de la válvula de seguridad".

- "No deje la olla desatendida, preste atención a la salida de vapor por la válvula giratoria".

 

*tomado de

http://www.carm.es/web/pagina?IDCONTENIDO=24315&IDTIPO=11&RASTRO=c160$m22818,3702,14054

 

 

Otras situaciones y utensilios peligrosos

 

Origen del riesgo

 

 

Posibles consecuencias

 

 

Medidas preventivas

Herramientas y útiles de cocina

Golpes, cortes y lesiones

Los mangos de los cuchillos deben conservarse en perfectas condiciones Las hojas deben estar bien afiladas

Deben respetarse las instrucciones del fabricante, sobre todo en lo que se refiere a limpieza y cambio de accesorios, cuchillas, etc.

Suelos y superficies

Caídas

Mantener los suelos y superficies limpios en todo momento, limpiando los derrames tan pronto como se produzcan

Utilizar calzado con suela antideslizante

Objetos pesados o de manejo difícil que obliguen a adoptar posturas forzadas

Sobreesfuerzos y lesiones musculares

Evitar cargar con recipientes grandes o hacerlo entre dos personas

Utilizar escalones o taburetes bajos para alcanzar objetos elevados

Fogones, hornos y quemadores

Quemaduras, incendios, explosiones

Manipular los recipientes o bandejas calientes con guantes protectores

No llenar los recipientes por encima de los ¾ de su capacidad

Revisión periódica de los equipos

Ropa adecuada con manga larga. Delantales

Disponer de medios de protección contra incendios (extintor)

Electrodomésticos

Contactos eléctricos

Correcta revisión y mantenimiento de la instalación y los aparatos

Uso siempre en seco. Nunca con humedad

Alimentos y materia orgánica

Riesgos biológicos

Uso de guantes de látex y mascarillas en manipulaciones de riesgo o prolongadas

Cubrir bien las heridas

Última hora:

El alcalde y el concejal de urbanismo de Belén de Judea imputados en el caso de recalificación de establos. Detenidos tres extranjeros de aspecto estrafalario por importación ilegal de artículos de lujo.

jueves, 12 de diciembre de 2024

LA TROMPETA DE TORRICELLI. GEOMETRÍA APOCALÍPTICA

 


Evangelista Torricelli, sabio italiano nacido en 1608, dedicó la mayor parte de sus esfuerzos científicos, primero a la astronomía, colaborando con su maestro Galileo, y después a la invención del barómetro. Mucho menos conocidas son sus aportaciones a la geometría espacial. Concretamente, a Torricelli se debe el descubrimiento en 1641 de un curioso cuerpo sólido al que se dio el nombre de trompeta de Torricelli. Se trata efectivamente, de un sólido con forma de trompeta que cumple la paradoja de tener un volumen finito y una superficie infinita. Por eso, al menos teóricamente, sería posible cubrir su interior de pintura, por ejemplo, a pesar de su infinita superficie.

El objeto se genera girando la función f(x) = 1/x con xe[1, ∞] alrededor del eje x. Mediante métodos de cálculo tradicionales, puede demostrarse que la trompeta de Torricelli tiene un volumen finito y un área infinita. Véanse la ilustración y la fórmula desarrollada.


John de Pillis explica que, desde un punto de vista matemático, si introducimos pintura en la trompeta, puede llenarse el embudo, de modo que la infinita superficie interior se cubriría por completo a pesar de disponer de un número finito de moléculas de pintura. Esta aparente paradoja puede resolverse, al menos en parte, si se recuerda que la trompeta de Torricelli es en realidad una construcción matemática. Ese número finito de moléculas de pintura que llena la trompeta, es una aproximación a su auténtico volumen finito. La clave radica en averiguar para qué valores de a se cumple que f(x) = 1/xa genera una trompeta de volumen finito y área infinita.


A la trompeta de Torricelli se la conoce también como cuerno de Gabriel, porque sugiere la imagen del Arcángel Gabriel haciendo sonar su cuerno o trompeta para anunciar el Juicio Final. Al propio Torricelli, su descubrimiento le dejó perplejo. Él y sus colegas pensaron que estaban ante una profunda paradoja. En aquel tiempo no disponían de los instrumentos de cálculo necesarios para apreciar y comprender el objeto completamente. En nuestros días, a pesar de haberse completado su desarrollo matemático, el objeto no deja de sorprendernos. La trompeta se abre a un amplio abanico de aplicaciones, desde la mera geometría de sólidos, hasta la física de partículas. Le pedimos al profe Bigotini que sople, pero él declina la invitación por temor a que le ocurra lo que al famoso burro flautista, que hizo sonar el instrumento por pura casualidad.

El trabajo es el refugio de los que no tienen otra cosa que hacer. Oscar Wilde.


domingo, 8 de diciembre de 2024

DAVE TENDLAR, MAESTRO DE ANIMADORES

 


David Benjamin Tendlar, más conocido en el mundo artístico como Dave Tendlar, nació en 1909 en Dayton, Ohio. Aficionado desde niño al dibujo, empezó realizando ilustraciones para diarios locales y publicaciones de escasa difusión. En 1931, comenzó a dibujar profesionalmente en los estudios Fleischer, participando como dibujante y animador en los cortometrajes de Betty Boop y Popeye el marino, entre otros. Trabajó también en el primer largometraje de la casa, Los viajes de Gulliver. Cuando los hermanos Fleischer se arruinaron, los estudios de animación pasaron a manos de la Paramount, con el nombre de Famous Studios. Tendlar se quedó en esta nueva marca, siendo ascendido a director de animación en 1953. Posteriormente colaboró con Terrytoons y con los estudios de Hanna-Barbera. Así que Dave Tendlar fue ante todo un maestro del cine de animación. No obstante, trabajó también como dibujante de cómics, que se publicaron sobre todo en la editora Jingle Jangle Comics, en cuya fundación participó. Falleció Tendlar en 1993, a la edad de ochenta y cuatro años. Os dejamos, como hacemos siempre, una selección de sus páginas y dibujos.













jueves, 5 de diciembre de 2024

TROY DONAHUE, GUAPO ENTRE LOS GUAPOS

 



Este muchacho tan guapo que eligió de nombre artístico una cosa que sonaba a clásico griego el nombre, y  como a nativo americano el apellido, era en efecto, nativo de América, pero de los blancos, los rubitos, los guapos, vamos. Además, no le pudimos ver envejecer porque empezó joven y terminó también joven. En los cincuenta y los sesenta, este Troy Donahue fue en el imaginario colectivo de los espectadores, el típico muchacho americano guaperas, así tipo Rok Hudson, pero algo, mejor dicho, bastante menos rebelde que James Dean. Participó en esos melodramas de tres horas y media, donde abundaban los padrastros bordes, las jovencitas y ricas herederas, los pozos petrolíferos y los autos descapotables. Contrataban las productoras a buenos guionistas, a buenos directores, a buenos actores de reparto, y ponían a estos muchachos tan guapos, a Troy Donahue, por ejemplo, frente a las cámaras. Todo a base de technicolor del bueno, para que resaltaran los ojos verdes y los cabellos dorados del protagonista. Tú procura no sonreír, le aconsejaba el director. Pon cara de malote, que es lo que gusta a las quinceañeras. Y claro, a las quinceañeras les gustaba, y a las mamás de las quinceañeras, pues también.

Para recordar a la estrella en sus momentos de máximo estrellato, os dejamos con un breve video tributo que contiene algunas de sus mejores imágenes. Disfrutarán con ello las hijas de las quinceañeras de entonces, que ahora deben ser abuelitas de quinceañeras. 

Troy Donahue

https://www.youtube.com/watch?v=gioApyNNLD0

Próxima entrega: Elvis Presley


lunes, 2 de diciembre de 2024

LA CRISIS DEL SIGLO XIV EN LOS REINOS CRISTIANOS HISPÁNICOS

 


El siglo XIV trajo a los reinos cristianos peninsulares, como al resto del occidente europeo, un periodo de profunda crisis, tanto material como espiritual. La peste, el hambre y la guerra, fueron las apocalípticas consecuencias de aquel periodo. La peste negra, cuyo origen se atribuyó a la llegada desde oriente de un navío genovés, provocó una mortandad hasta entonces inédita, la primera et grande pestilencia, como la denominó Alfonso XI en su Crónica. La epidemia afectó en primer lugar a las Baleares, desde donde se propagó a la costa mediterránea de la Corona de Aragón. Continuó desde allí su avance hasta el resto de la península. En Mallorca se calculó una mortandad de 5% en Palma y más del 20% de los habitantes del medio rural. Existen también datos fiables del descenso demográfico producido por la peste en otros territorios como Cataluña o Navarra. Un texto gallego de 1350, recoge que murieron en nuestra diócesis las dos terceras partes tanto de los clérigos como de los feligreses. Se produjeron años después, en todas partes nuevos brotes, las llamadas epidemias eco.


En la agricultura, se registraron a lo largo del siglo XIV muchos malos años, en los que se perdió la práctica totalidad de las cosechas. Fuentes eclesiásticas castellanas aluden a los malos años que pasaron entre 1331 y 1333 en diversos monasterios, donde llegó a faltar hasta el pan. Considerando que los monasterios eran en aquel tiempo un refugio seguro contra el hambre, cabe imaginar la situación desesperada que debió vivirse extramuros de los conventos y abadías. Otro testimonio catalán alude al año 1333 como el mal any primer. En una reseña de las Cortes de Alcalá de Henares de 1348 se afirma que por los temporales muy ffuertes que ovo en dicho tiempo… se perdieron los ffrutos del pan e del vino e de las otras cosas donde avian a pagar las rrentas.


El tercer azote fueron las guerras y la violencia en general. Creció especialmente el nivel de agresividad de los poderosos, a quienes Salustiano Moreta califica de malhechores feudales. Como consecuencia de la crisis y de la escasez, muchos señores feudales se emplearon con saña para exprimir a las gentes del común. Todos los malos usos y los abusos de los señores sobre los campesinos que inconscientemente asociamos al conjunto del periodo medieval, se concentraron de forma especial en esta centuria. También el siglo XIV fue testigo de un incremento de las guerras internas de la cristiandad. La más célebre históricamente fue la de los Cien Años, que enfrentó a Francia e Inglaterra. En la península hubo también conflictos entre Castilla y Aragón, como la guerra de los dos Pedros. Pero sin duda, la más desoladora fue la que enfrentó en la Corona de Castilla entre los años 1366 y 1369, al rey Pedro I con su hermanastro bastardo Enrique de Trastámara. Datos de esas fechas en el valle del Tajo, afirman que los soldados del bando trastamarista robaron et quemaron et estruyeron algunos de los lugares del arzobispado de Toledo. Tampoco los del bando petrista eran unos angelitos. Otro testimonio de la época indica que numerosos lugares dependientes del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla fueron estruidos e robados e quemados por los soldados.

No conviene olvidar tampoco el cisma que enfrentó a dos grandes facciones de la Iglesia, y de paso, a diferentes naciones europeas entre sí. También en este siglo se agudizaron los conflictos entre cristianos y judíos, produciéndose en muchas ciudades, motines, saqueos y matanzas.


Pestes, hambrunas y guerras tuvieron efectos desastrosos, sobre todo en el medio rural. El declive demográfico se tradujo en el abandono de muchos campos de labranza que quedaron desiertos e incultos. En Cataluña se empleó la expresión masos rònecs para referirse a esos campos abandonados. Subieron los precios de forma vertiginosa. La escasez de mano de obra se tradujo también en un notable incremento de los salarios. Inflación, que diríamos actualmente, aunque en épocas pasadas como ésta a que nos referimos, resulta más apropiado emplear el término carestía.

No todo sin embargo, fueron miserias. La Corona de Aragón prosiguió su expansión mediterránea y el comercio fue floreciente, sobre todo en el sector textil. Se hicieron famosos los llamados paños negros, que procedentes de Perpiñán, se comercializaban a través de Barcelona. De Oriente y Berbería, a través de la ruta sahariana, llegaban a la costa peninsular especias, pieles y esclavos, convirtiéndose Barcelona en la terminal que abastecía de esa vergonzante mercancía humana al resto de Europa.

En Castilla floreció la ganadería lanar. La institución de la Mesta alcanzó su máximo apogeo. Los campos abandonados al cultivo, se convirtieron en pasto para el ganado. Se calcula que al comienzo del siglo XIV la cabaña de ovino no superaría el millón y medio de cabezas, cifra que creció hasta sobrepasar los tres millones al final de la centuria. Paralelamente, la Guerra de los Cien Años favoreció la exportación de lana castellana, pues en Flandes solían importar la lana inglesa, y por causa de la guerra los flamencos comenzaron a abastecerse de lana castellana.


No conviene concluir una breve reseña del siglo XIV peninsular, sin hacer siquiera una breve referencia al reino nazarí de Granada. Los monarcas nazaríes eran tributarios de Castilla, y surtían además a los castellanos de muchos artículos procedentes de oriente y del norte de África, que llegaban a Granada a través de su amplia fachada marítima que incluía la actuales provincias de Almería, Gramada y Málaga. A diferencia de los reinos cristianos, diezmados por la peste, el de Granada era un territorio superpoblado, pues había acogido a muchos mudéjares empujados por los avances cristianos de Castilla y de Aragón. Al parecer, allí la peste hizo menos estragos o llegó con menor virulencia, acaso debido a la frontera que se estableció con los reinos cristianos mediante una red de fortificaciones, o a la orografía de la cordillera Bética. La economía nazarí se basaba en la agricultura y en la industria de la seda. Granada tenía importantes vínculos con los benimerines norteafricanos. También se establecieron en las ciudades y los puertos nazaríes, comerciantes y hombres de negocios genoveses.

Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces, sí. Oscar Wilde.