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jueves, 5 de septiembre de 2024

PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PULMÓN EN LOS TRABAJOS CON AMIANTO

 


El amianto (también llamado asbesto) está compuesto por fibras.  Estas fibras pueden ser inhaladas a través de las vías respiratorias, llegando a producir daños en el árbol bronquial, los pulmones o las estructuras anejas (pleura y peritoneo) de las personas expuestas. El amianto se ha utilizado durante años como material de construcción en cubiertas y otras estructuras, por sus notables cualidades aislantes. Hoy día está fuera de toda duda la consideración del amianto como un material cancerígeno. Se reconocen como derivadas de los trabajos expuestos a la inhalación de fibras de amianto las siguientes enfermedades:

    Asbestosis. 
Carcinoma primitivo de bronquio o pulmón.
Mesotelioma pleural y mesotelioma peritoneal. 

Los trabajos más frecuentemente relacionados con el amianto son los de reparación y sobre todo retirada de cubiertas de uralita o fibrocemento, material muy usual en edificios y naves industriales antes de que se hicieran públicos sus riesgos. Las placas de fibrocemento contienen una variedad del amianto llamada crisotilo. Ofrecemos a continuación una serie de normas y medidas de protección específicas para estos trabajos:


Se procederá al desmontaje manual de las placas de fibrocemento, mediante el uso de herramientas manuales o en todo caso, de herramientas de baja velocidad de giro, de manera que se genere la mínima cantidad de polvo posible.

El descenso de las placas se realizará por medio de equipos de elevación o medios que garanticen la no generación de polvo.  Nunca se arrojarán las placas desde altura.

Se utilizarán mascarillas de protección respiratoria autofiltrantes, certificadas según la norma europea EN-149.

También se hará uso de equipos de protección personal desechables: guantes y trajes completos provistos de capucha y fabricados sin bolsillos ni costuras.

Otras medidas de prevención y protecciones personales se usarán en función de los demás riesgos presentes en los trabajos: equipos y sistemas de arneses anticaídas, líneas de vida, etc., en prevención del riesgo de caídas a distinto nivel, calzado de trabajo homologado, etc.

Los trabajadores dispondrán de un vestuario doble, uno “sucio” y otro “limpio”, separados por una ducha que se dotará de filtrado de residuos.  La ropa de calle se dejará en el vestuario limpio y la de trabajo, que será desechada, en el sucio.

Está terminantemente prohibido comer, beber o fumar en las zonas de riesgo.


Se impedirá la permanencia en los lugares de operaciones con amianto de todo personal no autorizado.

Los lugares de trabajo se señalizarán convenientemente con las siguientes leyendas:

    “peligro de inhalación de amianto”

    “prohibido permanecer en la zona a personal no autorizado"

“prohibido fumar”

 

Los materiales y residuos que contengan amianto deberán procesarse por separado de aquellos otros desechos que no lo contengan.

Se procederá al embalaje o retractilado con materiales plásticos que posean la suficiente resistencia mecánica, de todos los materiales, placas, piezas, etc., que contengan amianto.

También se tratarán de la misma forma otro tipo de materiales contaminados, tales como ropas de trabajo desechables, filtros, mascarillas, etc.

Los embalajes que contengan residuos contaminados se señalizarán convenientemente con pegatinas que adviertan del riesgo

La retirada del material contaminado la realizará una empresa autorizada a la recogida de residuos.

Los trabajadores que realicen trabajos en presencia de amianto deben ser sometidos a reconocimientos médicos específicos, aplicándose en ellos los protocolos que señala la normativa vigente.

Las pruebas incluirán la realización de radiografías de tórax.

Estos exámenes de salud se practicarán a la incorporación y periódicamente (cada año).

Los médicos que lleven a cabo las pruebas y exploraciones deben certificar la aptitud de los trabajadores.


El matrimonio es la principal causa de divorcio.  Groucho Marx.


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