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jueves, 12 de octubre de 2023

LA DIETA DEL DIABÉTICO. UN DECÁLOGO DE SALUD

El páncreas produce de forma natural insulina, una hormona encargada de regular la cantidad de azúcar que en forma de glucosa se halla presente en nuestra sangre. Cuando la insulina se segrega en menor cantidad o actúa de manera incorrecta, la consecuencia inmediata es la diabetes, una enfermedad que afecta a seis o siete de cada cien personas aproximadamente.

La diabetes tipo II, que es la forma más común, suele afectar a mayores de 40 años, muy especialmente a personas obesas con exceso de reservas grasas en la región abdominal y síndrome metabólico. La complicación más importante de este proceso es la arteriosclerosis, que acaba afectando al riego coronario, al funcionamiento renal, a la circulación periférica y a las arterias de la retina. El tratamiento y el control preventivo de este complejo se proponen dos objetivos principales:

 

a.- Controlar los niveles de glucosa en sangre.

b.- Reducir los factores de riesgo cardiovascular.

 

Cómo hacer bien las cosas: HIGIENE DEL DIABÉTICO

Control del peso. Hay que mantener a raya los kilos.

Tabaco. Debe suprimirse por completo. El tabaquismo multiplica el daño cardiovascular y añade riesgo al riesgo.

Presión arterial. Los valores deben controlarse de manera que se mantengan siempre por debajo de 140/90 mmHg.

Colesterol. Los valores de LDL-colesterol deben ser siempre inferiores a 130 mg/dl.

Ejercicio físico. Es fundamental la práctica de ejercicio. Al menos caminar una hora diaria a paso vivo.

Alimentación. Una nutrición correcta constituye el eje vertebral del control de la diabetes. A continuación ofrecemos un decálogo de consejos y buenas prácticas nutricionales para mantener controlada la diabetes.


1.- Consume diariamente verduras (1 o 2 platos), hortalizas (1 plato) y frutas (2 piezas).

2.- Evita tomar azúcar, miel, almíbar, mermeladas, chocolate, confituras, zumos industriales. Para endulzar puedes usar sacarina, aspartamo o ciclamato.

3.- Come pocas grasas. Puedes consumir diariamente productos lácteos desnatados o semidesnatados. Evita la manteca, tocino, embutidos, patés, carnes grasas, patatas fritas, fritos en general, y los productos industriales.

4.- Reparte bien los alimentos. Lo más aconsejable es hacer cinco o seis comidas al día (primer desayuno, segundo desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena). Si te administras insulina o tomas dosis elevadas de antidiabéticos orales, es también aconsejable ingerir algo ligero antes de acostarse.

5.- Limita al máximo las harinas y los alimentos farináceos, tales como pan, cereales, pasta, arroz, patatas o legumbres. Pueden comerse, pero en cantidades moderadas.

6.- Consume alimentos proteicos dos veces al día. 100-130 g de carne, o mejor de pollo, pavo o conejo sin piel; 150 g de pescado dos o tres veces por semana; dos huevos una o dos veces por semana.

7.- Es esencial el consumo de fibra. El pan y el arroz, mejor que sean integrales. Debes consumir las pieles de las frutas que sean comestibles, la parte fibrosa de vegetales tales como alcachofas o espárragos…

8.- Evita las frituras. Para cocinar son preferibles las preparaciones crudas, asadas, cocidas o al microondas.

9.- Condimenta y cocina con aceite de oliva o de girasol en cantidades moderadas. Evita las salsas. Aporta sabor a los platos mediante condimentos como limón, pimienta, ajo, cebolla y especias en general. Moderación en el consumo de sal.

10.- Equilibra las calorías. La reducción de peso es esencial en el control de la diabetes.

¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!  Groucho Marx.


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