
Se
educó en Glasgow y en la Universidad de Edimburgo, y hasta su
consagración como novelista y autor teatral, ejerció el periodismo
en Nottingham y Londres. Su infancia estuvo marcada por la
desgraciada muerte de uno de sus hermanos, hecho del que su madre no
pudo recuperarse. Sin que al parecer existieran razones fisiológicas
para ello, James en la edad adulta no llegó a alcanzar una estatura
normal, lo que por algunos biógrafos se ha asociado con su obsesión
por seguir siendo para su madre el hijo que perdió. Su caso se
diagnosticó como enanismo psicosocial, acaso con no demasiado
fundamento.


La
primera aparición de Peter Pan en la escena teatral se produjo en
1904, y adquirió forma de novela en 1911, año de la publicación de
Peter Pan y Wendy, obra
universalmente conocida, que ha sido traducida a infinidad de
idiomas, y adaptada a multitud de formatos, incluyendo el cine de
animación, por el que la mayor parte de los habitantes del planeta
conocen la historia a través del célebre film de Disney. El éxito
de Peter Pan, universalmente reconocido, se sustenta en la cualidad
entrañable de su historia. El escenario es el país de Nunca
Jamás, espacio donde se desarrollan todas las
aventuras imaginables que pueblan el mundo de fantasía de la
literatura infantil y juvenil. Allí van a parar los niños
perdidos que se resisten a dar el decisivo paso a la
edad adulta. En el fondo todos los lectores nos vemos identificados
en estos personajes.
Biblioteca
Bigotini os ofrece una versión digital de esta obra inmortal. Haced
clic sobre la portada y reencontraos con el viejo capitán
Garfio, la maternal Wendy, la traviesa Campanilla, y sobre todo con
el magnífico Peter Pan, el héroe alegre que nunca crece y remata
sus triunfos con su canto del gallo. Una obra entrañable y un
nostálgico homenaje al niño que todos albergamos en nuestros
corazones.
El
profe Bigotini, que tampoco crece nunca y habita el espacio
fantástico de los personajes imaginarios, adora Peter Pan tanto como
nosotros. Disfrutad.
Los
peores errores que podemos cometer son las cosas que no hacemos. Emma
Thompson.
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