Se conocen como posturas forzadas las posiciones de trabajo
que supongan que una o varias regiones anatómicas dejen de estar en una
posición natural de confort para pasar a una posición forzada que genera
hiperextensiones, hiperflexiones y/o hiperrotaciones osteoarticulares con el
consiguiente riesgo de producción de lesiones por sobrecarga.
Las lesiones y patologías que más
frecuentemente obedecen al mantenimiento de posturas forzadas son:
§ Tendinitis del manguito de los rotadores
§ Síndrome del estrecho torácico o
costoclavicular
§ Síndrome cervical por tensión
§ Epicondilitis
§ Epitrocleitis
§ Síndrome del pronador redondo
§ Síndrome del túnel cubital
§ Tendinitis de mano y muñeca
§ Tenosinovitis de mano y muñeca
§ Dedo en gatillo
§ Síndrome del canal de Guyon
§ Síndrome del túnel carpiano
Generalmente estas lesiones cursan
en tres etapas:
En la 1ª etapa aparece dolor y cansancio durante las horas de trabajo, desapareciendo fuera de éste. Esta etapa puede durar meses o años. A menudo es posible eliminar la causa mediante medidas preventivas, ergonómicas y reeducación postural.
En la 2ª etapa los síntomas aparecen al comenzar la
jornada y no desaparecen por la noche, alterando el sueño y disminuyendo la
capacidad de trabajo. Esta etapa persiste durante meses.
En la 3ª etapa, los síntomas
persisten durante el descanso. Se hace difícil realizar incluso las tareas más
triviales.
Resulta de vital importancia atajar el problema en una fase precoz. Los primeros síntomas deben ser motivo de consulta a los especialistas en ergonomía de su servicio de prevención. La fisioterapia preventiva se ha demostrado como el medio de mayor utilidad en la prevención de estas lesiones.
Algunas de
las lesiones citadas si se abordan ya en una fase avanzada, pueden condenar al
paciente a la intervención quirúrgica.
La grandeza es como un traje a medida. Si la heredas, la usurpas o te cae del cielo, la grandeza te quedará grande. Si la alcanzas con esfuerzo, te sentará como un guante.
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