Francisco Darnís Vicente fue un barcelonés
nacido en 1910. Trabajó en su juventud como ebanista y afinador de pianos,
hasta que, por causa de un accidente que le tuvo inactivo una temporada,
comenzó a dibujar. Lo hizo primero siguiendo el estilo del maestro Segrelles, y
poco después imitando el trazo del gran Alex Raymond, probablemente su
principal influencia artística. Durante sus primeros pasos en el tebeo español,
alternó el dibujo humorístico con el de corte realista, en el que siempre se
desenvolvió mucho mejor. Se inició en 1928 dibujando las aventuras de Corazón Leal para la revista Rin Tin
Tin. Dibujó también la serie Los vampiros
del aire, con guiones de José María Canellas. Colaboró en publicaciones de
diferentes editoriales gráficas, Marco, Bruguera, Toray… en semanarios como
Hazañas del Oeste, La Risa infantil, El Coyote, El Campeón o Hazañas Bélicas.
Pero
su serie más conocida y admirada fue El Jabato,
que inauguró en 1958, con los guiones de Víctor
Mora, el mismo guionista de El
Capitán Trueno que dibujaba Ambrós,
a quién dedicaremos otra entrega en nuestra Historia del Cómic. Víctor Mora,
trabajador infatigable, creó a su alrededor toda una industria del tebeo
español de aventuras, del que estuvimos pendientes varias generaciones de
chicos. El gran éxito de El Jabato obligó
a Mora y Darnís a contratar ayudantes para cubrir la demanda de nuevas
publicaciones. Destacaron entre ellos Jaime Juez, Luis Ramos, Luis Coch, Juan
Escandell, Tomás Marco Nadal, Juan Martínez Osete, Manuel Carregal o Víctor
Arriazu, básicamente los mismos que también colaboraron con Ambrós en El Capitán Trueno. Esa labor de equipo,
unida al sello inconfundible de Víctor Mora, fue la causa de que ambas series
se parecieran tanto. Fueron similares hasta en sus personajes secundarios, el
forzudo Taurus y el esmirriado Fideo de Mileto en el caso de El Jabato, copias de los Goliat y Crispín de El Capitán Trueno.
Desbordado por el trabajo, Francisco Darnís prácticamente se ocupaba de los
primeros borradores a lápiz, que sus ayudantes repasaban, entintaban y
coloreaban en el caso de las llamativas portadas. Darnís falleció en 1966 con
sólo cincuenta y seis años, víctima de un ictus. Con él desapareció El Jabato, aunque después se publicarían
algunos álbumes recopilatorios. Os dejamos aquí una selección de sus páginas y
dibujos.
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