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sábado, 29 de mayo de 2021

JANET LEIGH, LA CHICA A LA QUE NADIE HACÍA CASO

 



Salvo por la coincidencia de apellidos, esta californiana no tenía nada que ver con Vivien Leigh, aquella inglesa estirada y antipática. Al contrario, Janet Leigh era una muchacha jovial, siempre sonriente y con un acusado sentido del humor. Como actriz nunca llegó a pasar el corte que separaba a las grandes divas de las actrices del montón. A pesar de sus limitaciones, actuó en más de medio centenar de películas, fue dirigida por algunos de los principales cineastas de Hollywood, se casó con Tony Curtis que fue el amor de su vida, y tuvo con él dos hijas tan simpáticas y bien humoradas como su madre.

Por lo demás, nadie parecía hacer demasiado caso a la buena de Janet. En Los vikingos, un entretenimiento de aventuras que dirigió Richard Fleischer para la United en 1958, y que resultó un gran éxito en las taquillas, estuvo espléndida, pero a pesar de eso la atención del público se centró en Kirk Douglas y Tony Curtis que mantenían durante la película una especie de tensión sexual no resuelta. Tuvo que ser dos años más tarde, en Psicosis, cuando por fin el público de todo el mundo permaneciera sin quitar ojo de aquella sórdida ducha, de la sombra del cuchillo tras la cortina de baño y de Janet Leigh desangrándose empapada en aquella antológica escena de Hitchcock, toda una lección de montaje en apenas un minuto. Su cortísimo papel le valió un Oscar de la Academia, único galardón importante de su dilatada carrera.

Hoy en Bigotini, como modesto tributo a su recuerdo, os proponemos visionar un breve montaje de música e imágenes con Janet Leigh como protagonista. Clic en el enlace y que os aproveche. 

https://www.youtube.com/watch?v=xQ83--BrKmw 

Próxima entrega: Tony Curtis


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