Nacido
probablemente en Salamina hacia 480 a.C., Eurípides
junto a Sófocles y Esquilo, completa el trío de grandes dramaturgos trágicos de
la Grecia clásica. Los datos que conocemos de su vida provienen del texto del
biógrafo Sátiro (siglo III a.C.), de la Suda,
el Marmor Parium, y del escritor
romano Aulio Gelio. Según unas fuentes Eurípides vio la luz primera en la isla
de Salamina, aunque otras sitúan su nacimiento en la aldea ática de Flía. Fue
hijo de un tal Mnesárquides, mercader, y de Clito, su esposa, que emigraron a
Atenas poco después de su nacimiento, en los años difíciles de la Segunda
Guerra Médica. Sátiro le adjudica como maestros nada menos que a Anaxágoras,
Protágoras, Arquelao, Pródico y Diógenes de Apolonia. A nadie extrañe semejante
plantel de profesores en pleno siglo de oro o siglo de Pericles, tiempo
proclive al florecimiento de artes, ciencias y letras en Grecia.
Su
familia debía poseer considerable fortuna, pues siendo muy joven, recién
finalizado su servicio en el ejército ateniense, se dice que era dueño de una
de las bibliotecas privadas más importantes de Grecia. Se interesó por el arte,
fue muy amigo del pintor Polignoto. También disfrutó de la amistad de Sócrates,
de quién se dice que sólo asistía al teatro cuando se representaban obras de
Eurípides. Se conocen los nombres de sus dos esposas, Melito y Quérile. Hacia
408, decepcionado de Atenas y de su implicación en la Guerra del Peloponeso, se
autoexilió en Macedonia donde sirvió brevemente a su rey Arquelao I. Falleció
en Pela, la capital macedonia, en 406, según la tradición, atacado por unos
perros de presa escapados de su encierro.
En
cuanto a su obra poética, Eurípides fue en su tiempo el indiscutible rey de la
tragedia, género dramático al que se consagró por entero. Hasta nosotros han
llegado completas dieciocho de ellas, más un drama satírico titulado El Cíclope. De otras tantas se han
conservado únicamente fragmentos, y sus biógrafos le atribuyen alrededor de un
centenar, aunque de la gran mayoría sólo conocemos los títulos.
De
nuestra biblioteca Bigotini extraemos la versión digital de su obra Las Troyanas, representada por vez primera
en las Grandes Dionisias atenienses de la 91ª olimpiada, año 415 a.C. La obra
consta de tres actos con cinco escenas cada uno de ellos. Tras el saqueo de
Troya, los aqueos se disputan el botín en el que destacan las principales
mujeres de la ciudad vencida que servirán de trofeo a los vencedores. Además
del destino que a cada personaje adjudica el mito, la obra constituye un canto
dramático contra las funestas consecuencias de las guerras. El autor hace
hincapié en el orgullo en este caso de las vencidas, y subyace el mensaje de
que los vencedores no lo son completamente, pues sobre ellos se ciernen
multitud de desgracias, lo que convierte a las guerras en aborrecibles. Haced clic en el enlace y gozad la
magnífica grandeza de los versos de Eurípides.
https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=Euripides%2520-%2520Las%2520Troyanas.pdf
Me bastaba con tener en mí misma un maestro honrado: la inteligencia. Andrómaca en Las Troyanas.
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