miércoles, 19 de agosto de 2020

LUDWIG BOLTZMANN, EL SEÑOR DE LA ENTROPÍA


En Viena, y en febrero de 1844, vino al mundo Ludwig Boltzmann. Estudió en Linz y se doctoró en la Universidad vienesa. Impartió clases de física, primero en Graz y más tarde en Heidelberg y en Berlín. Desde su juventud alternó y colaboró con los grandes hombres de la física en su tiempo: Stefan, Bunsen, Kirchhoff, Helmholtz… Regresó a Viena como profesor de matemáticas, ocupó la cátedra de física en Graz en 1876, la de Leipzig en 1900, y finalmente, la de su Viena natal en 1901, donde además de la cátedra de física, se hizo cargo de la de historia y filosofía de las ciencias.

Su teoría atómica, que defendía la existencia real de los átomos, fue compartida por Maxwell, Gibbs y por la mayoría de los químicos y los matemáticos de su generación. Encontró sin embargo, una fuerte oposición entre muchos físicos teóricos, como Wilhelm Ostwald y sobre todo, como Ernst Mach, compañero suyo en Viena, a quien trataba prácticamente a diario. Se especula si esas diferencias académicas pudieron ser el desencadenante del suicidio de Boltzmann, que se ahorcó en 1906 durante unas vacaciones en Duino, Alpes italianos.


Ludwig Boltzmann, junto a Maxwell, fue el primero en aplicar métodos probabilísticos a la mecánica, lo que le permitió enunciar y argumentar las leyes de la termodinámica, materia de la que podemos considerarle como el verdadero fundador.
La llamada en su honor constante de Boltzmann, relaciona temperatura absoluta y energía. En mecánica estadística desempeña un papel crucial. Su valor es:

K = 1,38064852 (79) x 10-23;
J/K = 1, 3806504 x 10-16 ergios/K

Aunque acaso la principal aportación de Boltzmann a la ciencia, fue la definición de la entropía (S), el concepto decisivo de la termodinámica. En mecánica estadística la entropía de un sistema aislado en equilibrio termodinámico, se define como el logaritmo natural de W, el número de estados microscópicos definidos en los que puede llegar a estar un sistema. La ecuación, una de las piezas clave de la ciencia del siglo XX, está grabada en la tumba de Ludwig Boltzmann del cementerio central de Viena:

S = k. log W

En Bigotini consideramos a Boltzmann un gigante de la ciencia que merece figurar con letras de molde en el cuarteto que forman con él, sir Isaac Newton, su coetáneo y amigo James Clerk Maxwell, y Albert Einstein, a quien no llegó a conocer. Los cuatro contribuyeron de manera decisiva a permitirnos intuir las leyes que rigen el universo. Otras grandes mentes que llegaron después, se ocupan de forma incansable en desarrollarlas.

Las mujeres se visten para gustarse entre ellas. Si se vistieran para agradar a los hombres, se arruinarían los fabricantes de telas. Groucho Marx.




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