
En
1932 creó a su más célebre personaje: Jane,
una chica rubia y hermosa que por uno u otro motivo, siempre justificado en el
guión, se quitaba la ropa con gran desparpajo ya desde las primeras viñetas.
Gran parte de las aventuras de la atractiva Jane transcurrieron en la milicia,
produciéndose multitud de situaciones entre cómicas y picantes en las que
abundaron la lencería y los desnudos de la heroína. Le acompañaba un simpático
perrito. Al estallar la guerra, Jane se convirtió en todo un fenómeno de
popularidad entre los soldados británicos y americanos, ya que la serie, en
forma de álbumes, cruzó también el Atlántico. Su creador siguió dibujando a Jane
durante dieciséis años, hasta 1948, fecha en que el Daily Mirror, que poseía
los derechos, encargó su continuación al dibujante Michael Hubbard.
Norman
Pett no abandonó el dibujo. Susie
fue su siguiente creación, otra joven y atractiva heroína cuyas aventuras, más
variadas que las de Jane, se alejaron de los cuarteles para abrirse a un mundo
diferente, con ciertos toques de romanticismo, aunque algo menos de sex-appeal que la vieja Jane. Pett
falleció en Sussex en 1960. Nuestra modesta historia del cómic os trae hoy una
selección de páginas y viñetas de este prolífico dibujante. Esperamos que al
menos la elegancia del trazo guste también a las chicas, y que los chicos
neomilenarios os hagáis una idea de por qué los soldados de los cuarenta tenían
posters de Jane en sus taquillas.
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