domingo, 26 de mayo de 2024

ACTIVIDADES POTENCIALMENTE PELIGROSAS (APP)

 


La seguridad y la salud también son importantes en el ámbito laboral. En la mayor parte de las actividades productivas los riesgos pueden controlarse sin mayor problema mediante la adopción de medidas preventivas técnicas u organizativas. Existen sin embargo, ciertas tareas o actividades que se consideran potencialmente peligrosas (APP) o de naturaleza crítica, porque podrían generar accidentes graves, encierran cierta complejidad en su realización, y/o se llevan a cabo de manera ocasional. En estos casos no son suficientes las medidas preventivas habituales, sino que se hace necesaria la implantación de un procedimiento de trabajo que garantice la realización de las tareas en unas adecuadas condiciones de seguridad, y consecuentemente, la integridad de los trabajadores participantes.

Algunos ejemplos de actividades potencialmente peligrosas (APP):

Conducción de vehículos.

Manejo de maquinaria industrial móvil, de elevación o de riesgo.

Trabajos en espacios confinados.

Trabajos en cabinas presurizadas.

Tareas de inmersión.

Tareas de instalación o mantenimiento eléctrico en alta tensión.

Manipulación de sustancias tóxicas o nocivas.

Trabajos verticales.

Trabajos sobre cubiertas y tejados.

Manejo de materiales combustibles o explosivos…


Estas actividades deben disponer de instrucciones de trabajo por escrito. Mediante dichas instrucciones se facilitará el aprendizaje de las tareas, así como el control de su conocimiento y aplicación. Conviene hacer hincapié en la importancia del control y la supervisión de estas actividades, como mejor método para asegurar el cumplimiento escrupuloso de las condiciones de seguridad. La observación de los trabajos es una actividad preventiva fundamental para evitar actos inseguros y comportamientos imprudentes. Cuando la actividad puede comportar peligros graves, es necesario un control periódico mediante inspecciones documentadas. Cuando el riesgo para sí mismo o para terceros dependa de la actuación del trabajador, es necesario:

  • Asegurarse de que el trabajador dispone de las instrucciones de seguridad pertinentes y, en su caso, de los equipos de protección necesarios.
  • Vigilar que el trabajador se atiene a dichas instrucciones al realizar su tarea.
  • Recabar del trabajador información sobre cualquier problema detectado o incidente ocurrido que pueda poner de manifiesto la necesidad de adoptar medidas preventivas complementarias.

En la legislación española (art. 32 bis de la LPRL y art. 22 bis del Reglamento de los Servicios de Prevención) se contempla la figura del recurso preventivo, para la supervisión de este tipo de actividades potencialmente peligrosas. Un recurso preventivo puede ser un trabajador designado, un miembro del servicio de prevención propio o ajeno, u otro trabajador que reúna los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios y cuente con la formación correspondiente, como mínimo la de nivel básico.

Como consecuencia de la supervisión podrían detectarse dos tipos de deficiencias:

1.- El incumplimiento del procedimiento por parte del trabajador: en este caso el supervisor deberá actuar como si se tratase de un incumplimiento productivo, pero con la urgencia derivada de la importancia del bien que ahora está en juego.

2.- La aparente inadecuación o insuficiencia de las medidas preventivas: en este supuesto, deberá comunicarse al servicio de prevención la necesidad de revisar el procedimiento, y deberán tomarse las medidas oportunas, llegando incluso a paralizar la actividad si se entiende que se trata de un riesgo grave e inminente (art. 21 de la LPRL).

A modo de resumen os dejo con este esquema, donde se incluye un pequeño check-list para comprobar si vuestra empresa gestiona de forma adecuada las actividades potencialmente peligrosas:


Quienes nacemos pobres y feos tenemos muchas probabilidades de que al crecer se desarrollen al máximo ambas características.  Woody Allen.

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