martes, 28 de febrero de 2023

ARITMÉTICA DE TREVISO. LAS MATEMÁTICAS DEL RENACIMIENTO

 


En el texto conocido como La Aritmética de Treviso encontramos el más claro ejemplo de la difusión de las matemáticas durante el Renacimiento, tiempo que fue sin duda proclive al florecimiento de las ciencias en general. El texto, publicado en 1478 en Treviso, una ciudad del Véneto, es de autor anónimo y está escrito en dialecto veneciano. Era una época en que la Serenísima República se abrió al comercio marítimo con la práctica totalidad de las naciones mediterráneas, e incluso al terrestre con el resto de Europa continental. Afirma el desconocido autor en uno de los párrafos iniciales que “hay ciertos jóvenes, en quienes tengo puesto mucho interés y que quieren seguir carreras comerciales, que me piden con frecuencia que ponga por escrito los principios fundamentales de la aritmética. De modo que, impulsado por mi afecto hacia ellos, y por el valor de la materia, he emprendido la tarea de satisfacerlos de algún modo con lo mejor de mis humildes facultades”.



La obra, como sucede con otros textos europeos de los siglos XV y XVI, ofrece una variada colección de problemas matemáticos verbales relacionados con el comercio. Viene a ser por lo tanto, el antecedente remoto de los cuadernos de problemas que manejábamos los niños en España sin ir más lejos, ya bien entrado el siglo XX. Esta idea de plantear problemas verbalmente, tiene algunos orígenes muy anteriores que pueden encontrarse ya en la India, en China, en Egipto y hasta en ciertas tablillas de la primitiva escritura cuneiforme en Mesopotamia. En el texto de Treviso la finalidad de los problemas es eminentemente práctica. Están relacionados con el comercio y puede considerarse la obra una especie de iniciación para futuros comerciantes.

Aparecen en ella problemas de interés simple o compuesto, cálculo de pago por bienes, corte de tejidos y otras mercancías divisibles, aleación de metales, cambio de divisas, repartos proporcionales, ganancias compartidas y un largo etcétera.



El interés bibliográfico de la obra es mayúsculo, por ser el primer texto de matemáticas impreso en Europa y enteramente europeo. Contribuye el autor a estimular el uso de la numeración decimal y los algoritmos de cálculo. El libro posee también una gran importancia histórica, desde el momento que permite al lector trasladarse al Véneto del Renacimiento. Los problemas verbales están protagonizados por personajes con nombres como Jacomo o Sebastiano. Se pone de manifiesto la preocupación de aquellas gentes por asuntos como la usura o las frecuentes estafas, que ya por entonces constituían una lacra para la actividad comercial. También permite conocer los métodos de enseñanza de la aritmética y el cálculo en la Europa del siglo XV.

La Aritmética de Treviso tuvo en su momento amplísima difusión, traduciéndose y publicándose versiones en los principales idiomas. Estudiosos de la obra de William Shakespeare estiman muy probable que el genial dramaturgo inglés conociera bien la obra, a juzgar por diversas referencias que aparecen en comedias como El mercader de Venecia o La fierecilla domada, e incluso en una tragedia como Romeo y Julieta. Por su parte, nuestro profe Bigotini no cesa de preguntarse cuánta seda compraría por noventa ducados, si una pieza de veinte varas venecianas (veintitrés metros) cuesta quinientos ducados.

Es de necio confundir valor y precio. Antonio Machado.


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