miércoles, 12 de agosto de 2020

JAMES MASON, EL MALO DE LA PELÍCULA




Eterno villano y eterno candidato a un oscar que nunca obtuvo, James Mason, actor shakesperiano en su etapa británica, interpretó a un abanico de malvados en su periodo hollywoodiense. Fue el cínico espía de Con la muerte en los talones, un elegante gentleman que desplegaba toda su simpática ironía con Cary Grant delante y Hitchcock, don Alfredo, detrás de la cámara. En El príncipe Valiente fue el misterioso y malvado Caballero Negro, que raptaba doncellas y hacía trampa en las justas y los torneos. En Julio César, frente a Brando, hizo el papel de Bruto, su desagradecido asesino…
Sus formidables dotes interpretativas le permitieron encarnar a un atormentado Humbert Humbert en la inolvidable Lolita de Kubrick, lujurioso padrastro arrastrado al pecado y al delito por aquella casi niña, casi mujer, casi sirena, seductora y seducida. Como Timónides, intrigó en La caída del Imperio romano, como capitán Nemo recorrió Veinte mil leguas de viaje submarino… En fin, James Mason, actor todoterreno y exquisito, sentó en los platós cinematográficos y después en los televisivos, cátedra de formidable intérprete.
En nuestro recorrido por la Historia del Cine no podía faltar James Mason, como no podía faltar su memorable escena final de Lolita. Haced clic en la carátula y recordad unos minutos a aquel grandísimo actor.

Próxima entrega: Shelley Winters




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