jueves, 23 de julio de 2020

STEWART GRANGER, EL GRAN CAZADOR BLANCO




También es mala suerte que te llames James Stewart, que seas actor, que hagas tus pinitos en el cine, y cuando empiezan a conocerte en los platós londinenses, encuentres las carteleras de los cines y las fotos de las revistas presididas por el rostro del James Stewart americano, el genuino. Eso fue exactamente lo que le pasó a Stewart Granger, así que tuvo que cambiarse el nombre para evitar problemas.
En su primera etapa inglesa, Granger hizo de todo, primero extras, luego secundarios, y finalmente galanes románticos escudado en su porte y en sus rizos más propios de un gigoló mediterráneo que de un joven británico. Después dio el salto a Hollywood, y en los cincuenta arrasó con su porte, sus rizos y su aureola de aventurero conquistador. Fue el gran cazador blanco en Las minas del rey Salomón, un consumado espadachín en Scaramouche y un príncipe destronado en El prisionero de Zenda. Los uniformes le sentaban como un guante y lo mismo se descolgaba de una cuerda, que saltaba de un carromato en marcha con la mayor naturalidad. Parece que se resistía a ser doblado en las escenas de acción, lo que le ocasionó la molestia de sufrir varias lesiones. No obstante, su arrojo y su palmito le condujeron al lecho de algunas de las estrellas más rutilantes del momento. Tuvo un lío con Deborah Kerr y hasta un matrimonio con Jean Simmons. Se nacionalizó estadounidense y en aquella California de promisión terminó su carrera y sus días.
En Bigotini os brindamos el enlace (clic en la carátula) para visionar el trailer oficial de Las minas del rey Salomón, dirigida por Compton Bennett en 1950 y coprotagonizada por Deborah Kerr, la Venus del pelo rojo, como la llamaron por entonces. Deleitaos unos minutos con aquel apuesto Allan Quatermain, el gran explorador del África ignota, enfrentado a elefantes enloquecidos y a hordas de salvajes antropófagos.


Próxima entrega: James Mason



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