Robert
Donat era todo
un caballero inglés que supo imponer su elegante estilo tanto en su
Inglaterra natal, como en la meca cinematográfica hollywoodiense.
Los ímprobos esfuerzos vocales de sus primeros años le
proporcionaron una dicción perfecta, que unida a su palmito, le
catapultó al estrellato.
Su
carrera y su vida fueron desgraciadamente demasiado cortas. El asma
crónica que padecía le llevó a la tumba siendo aun muy joven.
Paradójicamente se despidió del cine y de sus muchos admiradores
con un adiós, Adiós
mister Chips, una
comedia encantadora, ideal para servir de colofón a su trayectoria.
Nuestro
blog os invita a admirar a Robert Donat en la que seguramente es su
película más célebre y su mejor trabajo: Los
39 escalones,
la última cinta británica de un Alfred Hitchcock que por entonces
era ya todo un maestro. Haced
clic en la carátula
y disfrutad de este clasicazo en el que Donat alternaba con una
espléndida Madeleine Carroll. Cada escena es Hitchcock en estado
puro. No tiene desperdicio.
Próxima
entrega: Marlene Dietrich
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