Aunque
en la mayoría de las reseñas biográficas se dice que Euclides
vivió entre 325 y 265 a .C.,
cabe la posibilidad de que el considerado por todos como padre de la geometría, nunca
existiera realmente. Si existió y fue una persona de carne y hueso, sólo
sabemos de él que pasó la mayor parte de su vida en Alejandría durante el
reinado de Ptolomeo I. Pero también es posible que fuera el líder de un amplio
equipo de sabios que trabajó en la famosa biblioteca alejandrina, firmando los
tratados con su nombre, incluso después de su muerte. Hasta hay quienes afirman
que los miembros de este equipo de matemáticos y geómetras eligieron el nombre
de Euclides en honor de Euclides de Megara, un personaje histórico que
había vivido un siglo antes.
Parte de un papiro original de la obra de Euclides |
En
el equipo del profesor Bigotini nos inclinamos a considerar a Euclides un
personaje real. Su principal obra, Los elementos,
acaso el texto científico más editado y estudiado de todos los tiempos, es una
ordenada recopilación del conjunto del saber geométrico y matemático de su
tiempo. No solo eso. Los elementos de
Euclides, en sus diferentes versiones modernizadas (prácticamente sin
variaciones hasta el siglo XIX), han sido y siguen siendo la fuente principal
de aprendizaje de la geometría en todos los países del mundo. Se han traducido
a todos los idiomas civilizados, y con toda seguridad tú que ahora lees esta
reseña, habrás aprendido en la escuela los principios básicos de la geometría
con este texto. Si puede hacerse alguna objeción a Los elementos, es que tal vez no contienen ningún hallazgo
original, pues todos los teoremas y leyes que recoge habían sido ya formulados
anteriormente por Pitágoras, Tales, Teeteto o Eudoxo, entre otros. La gran
virtud de Euclides radica en su capacidad para reunir todo un conjunto
heterogéneo de principios y axiomas, y presentarlos de una forma tan ordenada y
coherente, que de facto constituyen
la base de la mayor parte de los campos del conocimiento científico: física,
química, matemáticas, astronomía, cosmología…
Alegoría de la Geometría |
Si
todavía conservas el libro de geometría que estudiaste cuando tenías doce o
trece años, desde el blog de Bigotini te proponemos que lo rescates del baúl de
los recuerdos, lo hojees y consideres que todas esas proposiciones fundamentales
que contiene, y que hoy resultan tan útiles en ingeniería, y tan básicas en
nuestro mundo tecnológico, se propusieron y demostraron en el Mediterráneo
oriental cuando en la mayor parte del resto del mundo aun reinaban la barbarie
y la indigencia intelectual.
Al
cerebro le pasa lo mismo que al estómago. Sólo puede confiársele aquello que es
capaz de digerir. Winston Churchill.
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