sábado, 16 de agosto de 2014

EFECTO MARIPOSA Y TEORÍA DEL CAOS. FUERA DE CONTROL

Edward Lorenz, a quien se atribuye la paternidad de la teoría del caos, trabajaba en el desarrollo de un modelo matemático que resultara de utilidad para realizar predicciones sobre el clima. El modelo, extraordinariamente complicado, constaba de doce ecuaciones. Corría el año 1961 cuando Lorenz tuvo necesidad de comprobar unos datos de sus ecuaciones. Los sistemas de computación en aquellos años eran todavía muy lentos, así que, para ahorrar tiempo, pensó simplificar los cálculos introduciendo tres decimales en lugar de los seis con los que habitualmente trabajaba. Su sorpresa fue mayúscula al comprobar que esa insignificante diferencia en los datos de partida, tenía un efecto enorme en los resultados finales. Esas soluciones ampliamente divergentes a partir de mínimas alteraciones en los valores iniciales, evocaban el tenue vuelo de una mariposa, provocando un huracán a miles de kilómetros de distancia. Lorenz describió el fenómeno como efecto mariposa, expresión que se popularizó inmediatamente.

Edward Lorenz
En la predicción del clima, lo mismo que en el estudio de multitud de fenómenos naturales y biológicos, existe un aparente caos que impide que los cálculos sean precisos y que las predicciones sean exactas. Para comprender y abarcar esta naturaleza caótica, surgió una nueva disciplina llamada ciencia o teoría del caos. Pretende ofrecer un método para descubrir pautas y hallar orden allí donde antes sólo se veía el azar, lo aleatorio, lo irregular y lo impredecible. La teoría del caos es la ciencia de lo cotidiano, como la formación de las nubes o el crecimiento de los cristales de hielo. Procesos aparentemente caóticos, presentan ciertas características cuantificables que partiendo de la observación del estado presente, permiten aventurar qué ocurrirá en el futuro. Isaac Asimov en su serie de relatos sobre La Fundación, esbozó los rudimentos de una ciencia llamada psicohistoria que, a través de cálculos matemáticos, era capaz de predecir sucesos o acontecimientos futuros.


Georg Grosz. Caos
Sin embargo, mientras la mariposa siga aleteando, no podremos estar seguros al cien por cien de qué ocurrirá finalmente. El matemático Douglas Hofstaedter vaticina que una misteriosa clase de caos acecha detrás de una fachada de orden, y en lo más profundo del caos acecha una clase de orden todavía más misteriosa. El científico que visitaba el Parque Jurásico de Spielberg era experto precisamente en teoría del caos. Si algo puede salir mal, saldrá mal, sentenciaba. Y ya sabéis cómo acabó aquello…

En esas interminables noches en que la luna reina en el firmamento, y las malévolas criaturas nocturnas susurran al oído del profe Bigotini impidiéndole conciliar el sueño, nuestro sabio se levanta sigiloso de la cama y con el corazón palpitante, acerca el oído a la puerta sin atreverse a abrirla. Sabe que allá afuera acechan los fantasmas del caos. Sabe también que un día conseguirán su propósito: hacer que triunfe la entropía y no quede piedra sobre piedra. Los átomos se dispersarán y el caos se adueñará del universo. Sólo sobrevivirá el vacío, frío y eterno silencio de la muerte.

Me interesa mucho el futuro. Es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida. Woody Allen.



No hay comentarios:

Publicar un comentario