El amianto (también llamado asbesto) está
compuesto por fibras. Estas fibras pueden ser inhaladas a través de las
vías respiratorias, llegando a producir daños en el árbol bronquial, los
pulmones o las estructuras anejas (pleura y peritoneo) de las personas
expuestas. El amianto se ha utilizado durante años como material de
construcción en cubiertas y otras estructuras, por sus notables cualidades
aislantes.
Hoy día está fuera de toda duda la consideración del amianto como un
material cancerígeno. Se
reconocen como derivadas de los trabajos expuestos a la inhalación de fibras de
amianto las siguientes enfermedades:
Asbestosis.
Carcinoma primitivo de bronquio o pulmón.
Mesotelioma pleural y mesotelioma peritoneal.
Los
trabajos más frecuentemente relacionados con el amianto son los de reparación y
sobre todo retirada de cubiertas de uralita o fibrocemento, material muy usual
en edificios y naves industriales antes de que se hicieran públicos sus
riesgos. Las placas de fibrocemento contienen una variedad del amianto llamada crisotilo. Ofrecemos a
continuación una serie de normas y medidas de protección específicas para estos
trabajos:
Se
procederá al desmontaje manual de las placas de fibrocemento, mediante el uso
de herramientas manuales o en todo caso, de herramientas de baja velocidad de
giro, de manera que se genere la mínima cantidad de polvo posible.
El
descenso de las placas se realizará por medio de equipos de elevación o medios
que garanticen la no generación de polvo. Nunca se arrojarán las placas
desde altura.
Se
utilizarán mascarillas de protección respiratoria autofiltrantes, certificadas
según la norma europea EN-149.
También se
hará uso de equipos de protección personal desechables: guantes y trajes
completos provistos de capucha y fabricados sin bolsillos ni costuras.
Otras
medidas de prevención y protecciones personales se usarán en función de los
demás riesgos presentes en los trabajos: equipos y sistemas de arneses
anticaídas, líneas de vida, etc., en prevención del riesgo de caídas a distinto
nivel, calzado de trabajo homologado, etc.
Los
trabajadores dispondrán de un vestuario doble, uno “sucio” y otro “limpio”,
separados por una ducha que se dotará de filtrado de residuos. La ropa de
calle se dejará en el vestuario limpio y la de trabajo, que será desechada, en
el sucio.
Está
terminantemente prohibido comer, beber o fumar en las zonas de riesgo.
Se
impedirá la permanencia en los lugares de operaciones con amianto de todo personal
no autorizado.
Los
lugares de trabajo se señalizarán convenientemente con las siguientes leyendas:
“peligro de inhalación de amianto”
“prohibido permanecer en la zona a personal no autorizado"
“prohibido
fumar”
Los
materiales y residuos que contengan amianto deberán procesarse por separado de
aquellos otros desechos que no lo contengan.
Se
procederá al embalaje o retractilado con materiales plásticos que posean la
suficiente resistencia mecánica, de todos los materiales, placas, piezas, etc.,
que contengan amianto.
También se
tratarán de la misma forma otro tipo de materiales contaminados, tales como
ropas de trabajo desechables, filtros, mascarillas, etc.
Los
embalajes que contengan residuos contaminados se señalizarán convenientemente
con pegatinas que adviertan del riesgo
La
retirada del material contaminado la realizará una empresa autorizada a la
recogida de residuos.
Los
trabajadores que realicen trabajos en presencia de amianto deben ser sometidos
a reconocimientos médicos específicos, aplicándose en ellos los protocolos que
señala la normativa vigente.
Las
pruebas incluirán la realización de radiografías de tórax.
Estos
exámenes de salud se practicarán a la incorporación y periódicamente (cada
año).
Los
médicos que lleven a cabo las pruebas y exploraciones deben certificar la
aptitud de los trabajadores.
El matrimonio es la principal causa
de divorcio. Groucho Marx.
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