jueves, 8 de agosto de 2024

MORENO, CLÁSICO DEL TEBEO Y PIONERO DE LA ANIMACIÓN

 


Arturo Moreno Salvador, que firmó sus trabajos casi siempre como Moreno, fue un valenciano nacido en 1909. Su familia se trasladó a Barcelona cuando el pequeño Arturo tenía ocho años, y allí transcurrió la mayor parte de su vida. Comenzó muy joven a dibujar profesionalmente. Ya en 1924 aparecen trabajos suyos en semanarios como TBO o Pulgarcito, aunque su principal fuente de ingresos fue la casa de discos Odeón, que le encargó el diseño de la mayor parte de sus portadas. También muy pronto, en 1930, realizó su primer corto de animación para anunciar una tableta de chocolate, inspirándose en las primeras películas de El gato Félix.

Durante los años de la República dibujó para diferentes publicaciones catalanas. Después de la guerra continuó colaborando en los semanarios que habían conseguido sobrevivir. Fascinado por las Sinfonías Tontas de Disney, Moreno se centró en esa época en la animación, realizando distintos trabajos publicitarios y algún cortometraje. Se embarcó también en la tarea titánica de producir un largometraje animado, el primero que se realizó en España. Escogió para ello el relato infantil de Julián Pemartín, un escritor franquista. La película se tituló Garbancito de la Mancha, cinta que resaltaba los valores patrióticos y señalaba a los tiernos infantes de posguerra el camino correcto para convertirse en hombrecitos de provecho.

Se estrenó en 1944, tuvo gran éxito de público, y recaudó en taquilla casi tres millones de pesetas, una cifra muy estimable en esos años. Sin embargo, la producción había costado casi cuatro, por lo que significó un importante quebranto para Moreno y sus socios en la aventura. Después de algún otro intento fallido, se decidió a emigrar a Venezuela en 1948, donde realizó varios cortos publicitarios.

Regresó a España en 1956, centrándose definitivamente en la historieta, sobre todo en el semanario TBO, donde se convirtió en una firma imprescindible. Falleció en Barcelona en 1993.

El estilo de dibujo de Arturo Moreno podría calificarse de excesivamente infantil. Aunque no pueda negarse que fue un trabajador infatigable y un pionero del cine de animación, a juicio de quien esto escribe, la obra de Moreno no puede encuadrase entre lo mejor ni de la animación, ni del tebeo español. No obstante, os dejamos aquí abajo como siempre, unas cuantas muestras.
















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