lunes, 29 de julio de 2024

JOSÉ HERNÁNDEZ Y EL GAUCHO MARTÍN FIERRO

 


José Rafael Hernández nació en 1834 en una zona rural al sur de la provincia de Buenos Aires. Su familia materna, los Puyrredón, era una de las más ilustres de Argentina, relacionada con la independencia del país. Hacia 1840 la familia se refugió en Montevideo, huyendo de los rosistas. El pequeño José alternó temporadas en las estancias paternas con sus estudios en el Liceo Argentino de San Telmo. Una afección respiratoria del niño aconsejó trasladarlo con su padre a las pampas, donde aprendió a andar a caballo y se relacionó estrechamente con los gauchos, un contacto que marcaría para siempre su carácter y su sensibilidad. Se casó muy joven con Carolina González del Solar, también hija de estancieros, y tuvo con ella nada menos que ocho hijos. José se ganaba la vida con la compra venta de terrenos en el sur de Buenos Aires, región que en el último tercio del XIX experimentó un crecimiento extraordinario. Aficionado a la lectura, regentó también una librería, la Librería del Plata.


Pero el joven y fogoso José Hernández no se acomodó a la plácida existencia del pequeño burgués. Se enroló en las milicias bonaerenses a las órdenes de Rosas, Belgrano y Velazco, participando activamente en diferentes levantamientos y batallas. El sable y las cabalgadas le llevaron al periodismo y a la política, un camino muy transitado en la Argentina de aquel tiempo. Militó en el partido Federal Reformista que lideraba Nicolás Calvo, más conocido por el apelativo despectivo de los chupandinos, por la desmedida afición a empinar el codo que se atribuyó a sus integrantes. Como periodista, codirigió desde Uruguay La Reforma Pacífica, el órgano periodístico de su partido. Se hicieron muy populares sus artículos en aquel medio, que firmó con el seudónimo de Vincha. Escribió también en El Nacional Argentino, que se editaba en Paraná. Según algún biógrafo, Hernández colaboró en ese tiempo con el diario El Litoral de Paraná, aunque la ausencia de firma de las columnas que se le atribuyen, hace imposible tener completa certeza de ello. En 1863 Hernández fundó El Argentino, donde se empleó a fondo contra sus adversarios políticos. Otros medios en que colaboró fueron El Eco de Corrientes, La Patria, La Capital de Rosario o El Río de la Plata.


En cuanto a su obra literaria, José Hernández es el mundialmente reconocido padre e iniciador de la que se ha llamado literatura gauchesca, un género genuinamente argentino que, con el tiempo ha traspasado fronteras. Ya en los primeros trabajos, tanto periodísticos como poéticos, de Hernández, aparecen términos y expresiones del argot de los gauchos. Así en Rasgos biográficos del general Ángel Peñaloza, en Vida del Chacho o en La Instrucción del Estanciero. No obstante, la obra cumbre de Hernández y principal exponente de la literatura gauchesca, es sin ninguna duda El gaucho Martín Fierro, editada por vez primera en 1872, y su continuación de 1879, La vuelta de Martín Fierro. Ambas partes constituyen una verdadera epopeya épica, un largo poema que se hizo inmediatamente popular entre las gentes sencillas, a veces leído en voz alta en figones y pulperías, cuyas estrofas se entonaban acompañadas del rasgueo de guitarras y los golpes rítmicos del tambor del llano. El protagonista de la epopeya es un proscrito, borracho, pendenciero y hasta racista. Grandezas y miserias de una nación en el periodo histórico de su formación, del nacimiento de sus señas de identidad.


En Martín Fierro encontramos reminiscencias de la literatura española clásica, el Romancero viejo, por ejemplo, salpicadas de rasgos de la novela picaresca. Hay también toques de Romanticismo, donde se exalta al bandido y se mitifica la rebeldía hasta el límite. Todo sabiamente mezclado en la marmita del gauchismo más puro. La integridad, el coraje, la independencia del gaucho, presiden la obra de Hernández. Es, naturalmente, la que hoy nuestra biblioteca Bigotini tiene el placer de poner a vuestra disposición en su versión digital. Haced clic en el enlace y deleitaos con los versos inmortales de José Hernández y su gaucho Martín Fierro.

 

https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=El+gaucho+Mart%C3%ADn+Fierro.pdf

 

A los blancos hizo Dios, a los mulatos San Pedro, y a los negros hizo el diablo para tizón del infierno. José Hernández. Martín Fierro.


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