Hesíodo, uno de los primeros si no el primero
de los autores de la Grecia clásica, tiene una datación biográfica muy
incierta. Clásicamente se le hacía coetáneo de Homero, situándose su nacimiento
en el siglo VIII a.C. Así aparece en muchas reseñas biográficas, y al parecer,
el origen de la datación se basa en autores del periodo helenístico y en otros
latinos que recogieron la tradición. Otras fuentes le hacen anterior a Homero,
pero la investigación más moderna concluye que Hesíodo debió ser bastante
posterior, admitiendo la existencia real del autor de la Iliada y la Odisea, algo
que parece cada vez más discutible. En cualquier caso, los biógrafos de Hesíodo
coinciden en su lugar de nacimiento, Ascra, una población cercana a Tebas,
donde, si hemos de creer a Aristóteles, también al parecer falleció a edad
provecta en alguna fecha indeterminada del siglo VII.
En
cuanto a sus orígenes familiares, de su propia obra se infiere que su padre fue
un comerciante de Cumas, en la costa occidental del Asia Menor, dedicado en su
juventud a la navegación de cabotaje entre la citada costa y las islas
próximas. Arruinado por obra de un inoportuno naufragio, regresó a Beocia, la
tierra de sus antepasados, y allí en la tebana Ascra, se dedicó al pastoreo y
la labranza de las fincas que heredó de sus mayores. El joven Hesíodo tuvo un
hermano llamado Perses a quien tuvo que socorrer después de que hubiera
dilapidado su parte de la herencia. Cuenta nuestro hombre que su vocación poética
le fue inspirada por las propias musas que se le aparecieron mientras
apacentaba sus rebaños al pie del monte Helicón. Se sabe que en Calcis obtuvo
el premio de un certamen poético, unos juegos funerarios en homenaje al héroe
Anfidamante. Tras su muerte, Ascra fue atacada y destruida por los tespios, y
las cenizas de Hesíodo fueron llevadas a Orcómeno, donde por fin hallaron
descanso eterno junto a la tumba de Minias, héroe fundador de la ciudad y
epónimo de los minios.
Otros
datos no aportados por él mismo, tienen más dudosa certeza, como es el caso del
llamado Certamen de Hesíodo, en el
que compitió nada menos que con Homero. El público proclamó vencedor a este
último, pero los jueces otorgaron el galardón a Hesíodo porque había hecho un
canto a la paz, mientras que Homero dedicó sus versos a la guerra. Una historia
muy bien traída pero escasamente verosímil. Otra leyenda asegura que un oráculo
había advertido a Hesíodo que evitara el paso por Nemea donde hallaría la
muerte. Para evitarlo, se desvió hasta Énoe en la Lócrida, donde según
distintas versiones, él mismo sedujo a cierta doncella, o bien encubrió a un sirviente
suyo que fue el seductor. El caso es que los hermanos de la joven atrajeron a
Hesíodo al santuario de Zeus Nemeo, donde le asesinaron. Se cumplió así el
oráculo, pues figuradamente pisar el santuario equivalía a estar en Nemea. Los
asesinos arrojaron su cadáver al mar. El cuerpo recogido por los delfines, fue
depositado en el golfo de Corinto, donde lo encontraron los locrios que lo
enterraron piadosamente en algún lugar secreto de Naupacto, a salvo de las
gentes de Orcómeno que pretendían hacerse con los restos del poeta. Es leyenda
que ilustra la rivalidad entre ambas ciudades que se disputan ser la tumba de
Hesíodo.
En cuanto a su quehacer literario, hasta nosotros han llegado únicamente dos obras completas: Los trabajos y los días, cuyos versos resultan imprescindibles para entender muchos aspectos prácticos de la antigua religión griega, y la Teogonía, que relata la genealogía de los dioses del panteón clásico. De El escudo de Heracles se consideran originales de Hesíodo los 54 primeros versos. Se conservan también fragmentos de diferentes obras que se le atribuyen como Catálogo de mujeres, Lecciones de Quirón, La boda de Ceix, Grandes Eeas, Melampodia, Descenso de Piritoo, Los alfareros, Astronomía u Ornitomancia. Hoy traemos a nuestra biblioteca Bigotini una versión digital de la Teogonía. Clic en el enlace y sumergíos en los inspirados versos del inmortal Hesíodo, con el permiso de Homero, quizá el primer poeta de la historia que mereció ese título.
https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=Teogon%C3%ADa.pdf
…las nueve hijas nacidas del poderoso Zeus: Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope. Esta es la más importante de todas, pues ella asiste a los venerables reyes. Hesíodo. Teogonía.
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