Coincidiendo
con la Guerra Fría, con los primeros ensayos nucleares de la Unión Soviética y
con el inicio de la Guerra de Corea, surgió en los USA una corriente
ultraconservadora y anticomunista liderada por el senador McCarthy y respaldada
por muchos miembros del partido republicano. Se creó el Comité de Actividades
Antiamericanas, una verdadera institución inquisitorial que llevó a cabo la más
importante purga sociopolítica de la historia norteamericana. Fueron señalados
como filocomunistas varios generales y hasta el mismo ex presidente Harry
Thruman. Los inquisidores metían en el mismo saco y ponían la vergonzante
etiqueta no sólo a políticos que no defendían más que una tímida especie de
socialdemocracia, sino incluso a liberales y demócratas.
Muy pronto las sospechas y acusaciones se trasladaron a la industria del cine, que los miembros del siniestro comité imaginaban trufada de elementos comunistas y sionistas. Muchos directores, guionistas y algunos actores, eran europeos que emigraron a América huyendo del nazismo, lo que los convirtió en los sospechosos perfectos. Jaleados por los medios ultraconservadores, los macartistas pusieron contra las cuerdas a numerosos profesionales del séptimo arte. Fueron muchas las delaciones que unas veces se hicieron obedeciendo a malquerencias o venganzas personales, y otras simplemente como medio de autodefensa para no perder el empleo, ser encarcelado o expulsado del país. Todo un genio como Charles Chaplin a quien la citación para declarar llegó mientras estaba en Europa, optó por no regresar jamás a los Estados Unidos. Un puñado de valientes como Bogart, Bacall, Thrumbo, Capra, Lancaster, Peck, Kelly… se asociaron invocando la Primera Enmienda. Otros como Reagan, Taylor o Cooper actuaron como delatores. Entre los más abyectos, Elia Kazan que poco después quiso justificar su comportamiento injustificable a través de su película La ley del silencio, notable desde el punto de vista artístico, pero indefendible desde la ética más elemental.
Acontecimientos más recientes como los atentados del 11-M o la presidencia de Trump, parecen retrotraer al país de las libertades a los años de aquella desgraciada caza de brujas. El resurgimiento de fenómenos tan lamentables como el KKK o la asociación del rifle, resultan alentados por este singular neofascismo que vuelve a infectar a la sociedad americana.
Os invitamos a visionar un breve reportaje sobre aquellos años negros. Clic en el enlace y adelante.
https://www.youtube.com/watch?v=6LadZlkrZCo
Próxima entrega: Grace Kelly
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