Nacido
en Caracas en 1872, Pedro Emilio Coll era el
hijo de los dueños de la imprenta Bolívar, uno de los más importantes centros
de encuentro cultural y literario de la Venezuela de aquel tiempo. Aquella
influencia y la que sobre él ejerció Marcolina, la anciana niñera que le educó,
fueron decisivas para despertar en el pequeño Pedro el interés por las letras.
Cursó estudios secundarios y abandonó los universitarios a los veintidós años
para fundar junto a Luis Urbaneja y Pedro César Dominici, la revista Cosmópolis,
publicación pionera del periodismo literario venezolano y en buena medida
iniciadora del movimiento modernista
en aquel país.
Como
narrador debutó poco después en la revista El Cojo ilustrado, de la que fue
asiduo colaborador, publicando en ella diversos cuentos y relatos breves con
los que se inició en la literatura. Su primer libro, Palabras, apareció en 1896. Era una recopilación de ensayos sobre
arte y educación hasta entonces inéditos. Comenzó su carrera política en la
diplomacia como cónsul de Venezuela en Southampton, y de esa forma comenzaron
también sus viajes. Colaboró en aquellos años con la revista parisina Mercure
de France, encargándose de la sección de letras latinoamericanas.
En
1899 ocupó una dirección en el Ministerio de Fomento de su país, y en 1901 dio
a la imprenta El Castillo de Elsinor,
nueva recopilación de ensayos literarios. Fue nombrado miembro de la Academia
Venezolana de la Lengua y Ministro de Fomento en 1913. Después sus empleos en
la diplomacia le llevaron de nuevo a París y poco más tarde a Madrid.
De vuelta en Venezuela prosiguió su carrera política primero como senador y luego como presidente del Congreso Nacional. Su tercer libro, La escondida senda, apareció en 1927, recopilando ensayos de carácter histórico. Entre 1927 y 1933 regresó a Europa, y en 1934 fue nombrado miembro de la Academia Nacional de la Historia. Falleció en su Caracas natal en 1947, y un año más tarde el Ministerio de Educación de Venezuela publicó póstumamente El paso errante, una selección de sus ensayos escogidos.
Además
de los títulos citados, destacan en su trayectoria literaria Las divinas personas, una colección de
cuentos aparecida en 1925; Lecturas y
glosas de escritores venezolanos (1929); y de forma póstuma, La colina de los sueños (1959) o La vida literaria (1972).
Para honrar la memoria de Pedro Emilio Coll extraemos hoy de nuestra biblioteca Bigotini El diente roto, un cuento que apareció en 1890 en la revista El Cojo ilustrado. Haced clic en el enlace y disfrutad la prosa de su autor, narrador, ensayista, político e intelectual venezolano.
https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=El+diente+roto.pdf
Y doblaron las campanas y fue decretado un riguroso duelo nacional; un orador lloró en una fúnebre oración a nombre de la patria, y cayeron rosas y lágrimas sobre la tumba del grande hombre que no había tenido tiempo de pensar. Pedro Emilio Coll. El diente roto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario