Canta, oh diosa, la
cólera del Pélida Aquiles. Funesta cólera que causó infinitos males a los
aqueos y precipitó al Hades tantas almas valerosas de héroes, a quienes hizo
presa de los perros y pasto de las aves…
Con
estos gloriosos hexámetros comienza
el primer canto de La Iliada, el inmortal poema homérico considerado la más
antigua narración de Occidente, y acaso junto con La Biblia, el texto más influyente de cuantos han sido escritos.
El
héroe Aquiles, paladín de los aqueos que acudieron a sitiar
El
final del héroe es conocido por todos: el príncipe troyano Paris, raptor de
Tres
milenios después del asedio de Troya, el tendón de Aquiles, que une
firmemente al talón los potentes músculos de la pantorrilla, sigue siendo uno
de los principales puntos débiles para una legión de deportistas de elite, que vienen a ser los héroes de
nuestro tiempo. La tendinitis aquílea es una inflamación dolorosa de la vaina o
membrana que recubre el tendón.
El
tendón
de Aquiles se inserta en el calcáneo,
y debe soportar la tensión que sobre él ejercen el sóleo y los gemelos,
intensificada al caminar y sobre todo, en la carrera y el salto. A unos
La
sobrecarga, el mal uso o el abuso de la articulación del tobillo predisponen a
El
diagnóstico
habitualmente no precisa otra prueba que una adecuada exploración. La ecografía o la resonancia magnética pueden ser útiles, sobre todo en casos en que
la tendinitis
aquílea se presente acompañando a otras lesiones en la zona, como
producto de politraumatismos y otros cuadros multilesionales. El tratamiento
exige reposo articular en una fase
inicial. Es útil la termoterapia a
base de frío local (en la fase aguda) o alternando frío y calor posteriormente.
Están indicados los antiinflamatorios
siempre que estén limitados a las primeras 4 o 6 semanas.
La fisioterapia demuestra gran eficacia pasado el breve periodo de dolor intenso. Es el tratamiento de elección en la mayor parte de los casos. Se dirigirá a la analgesia en la primera etapa, para centrarse después en el fortalecimiento músculo-tendinoso y en el progresivo estiramiento. El fisioterapeuta competente se ocupará de corregir vicios en la práctica deportiva, mediante reeducación de la marcha y la carrera, el aprendizaje de un calentamiento adecuado, y en última instancia, el entrenamiento monitorizado.
En los casos más rebeldes puede recurrirse a la infiltración en la inserción del tendón, siempre que sea realizada por personal experimentado, pues el riesgo de rotura siempre está presente. La opción quirúrgica para descomprimir el tendón se reserva como último recurso, ya que conlleva un largo periodo de reposo e inmovilización.
Así que ya estáis avisados todos los Aquiles del siglo veintiuno. Mucho cuidado con vuestros talones, porque hasta los grandes héroes tienen su punto débil. Si una pequeña astilla es capaz de incapacitar al mayor de los elefantes, una tendinitis aquílea inoportuna, puede postrar al campeón más laureado. Vigilad la muralla troyana, no sea que de la más angosta saetera, parta la flecha que cubra de luto los graderíos, y haga volver a los estadios aquellos solemnes cantos funerales. Viejas polifonías olvidadas entre las batientes olas de un pasado remoto y sublime.
Hijo, las mujeres son como las cervezas: son hermosas, huelen bien y no puedes conformarte con una. Homer Simpson.
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