Neoyorquino
nacido en 1895, Ken Kling comenzó siendo
casi un niño una frustrada carrera de jockey de caballos. Una inoportuna caída
le dejó discapacitado, por lo que redirigió su vida hacia el dibujo y más
concretamente hacia el cómic, género del que llegaría a ser uno de los clásicos
más admirados.
Su
primera serie titulada Those Folks, se publicó en el New
York Daily Mirror con relativo éxito. Era un cómic costumbrista en el que ya se
apreciaba el personal humor de su autor. Pero el gran éxito de Kling llegó poco
después con Joe and Asbestos. La
original idea fue crear una tira diaria en el mismo Daily Mirror que tenía como
protagonista a Joe, un apostador empedernido en las carreras de caballos, que
en los años veinte y treinta suscitaban auténtica pasión popular. El director
del diario sugirió a Kling que el personaje de la historieta, Joe, apostara por
caballos reales que corrían en el hipódromo. El dibujante, que a pesar de sus
ya entonces remotos antecedentes laborales, confesó siempre que en realidad no
entendía nada de caballos, fue el primer sorprendido al comprobar que sus
involuntarios pronósticos se cumplían día tras día.
Naturalmente, la tira causó furor entre los aficionados al turf, que masivamente apostaban por los caballos señalados por Kling. Sus porcentajes de acierto eran muy superiores a los que hacían los periodistas especializados, y se dice que Joe and Asbestos llegó a ostentar el record de dos meses seguidos acertando en todas las carreras celebradas. Los editores del diario estaban encantados, como puede suponerse, ya que las ventas crecieron como la espuma. Por su parte el autor se sentía cada vez más confundido, y confesó incluso que durante varias temporadas procuró escoger los caballos que le parecían peores, y a pesar de ello acertaba casi siempre. En una entrevista declaró: …mis consejos han pagado hipotecas, lápidas, piernas ortopédicas y ojos de cristal. También han subvencionado a miles de jóvenes que han cometido el error de ir a la universidad.
Joe and Asbestos
se publicó en el Daily Mirror durante treinta y cinco años, y durante los tres
siguientes en New York Daily News, hasta 1969, año en que Ken Kling se retiró
colgando la pluma. Falleció un año más tarde, en 1970. En nuestra Historia de
la Historieta traemos hoy el recuerdo de este maestro del cómic, y os dejamos
aquí una selección de sus páginas y tiras.
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