Con
la llegada del verano y del calor, por todas partes bulle
En
el terreno de la salud laboral, determinadas actividades que se desarrollan al
aire libre, como las obras de construcción, la agricultura o la jardinería,
entre otras, presentan una mayor exposición a estos accidentes causados por
seres vivos. La agresión reviste diversas formas, según el tipo de insecto.
Picaduras en el caso de los mosquitos; mordeduras si se trata de arañas, pulgas
o la temible mosca negra; introducción de aguijones, como sucede con avispas y
abejas; o incluso enclavamiento profundo mediante ganchos, que es la fórmula utilizada
por las garrapatas.
Los
daños para la salud adquieren también diversos niveles. Los insectos a menudo
actúan como vectores de enfermedades, transmitiendo infecciones o infestaciones
por parásitos (caso de la malaria). Pero lo que resulta común
a todas las especies, es que al picar, chupar o morder, inyectan sustancias que
pueden producir, y muy a menudo lo hacen, reacciones locales de tipo alérgico
de intensidad variable. Desde la simple irritación o enrojecimiento de la piel,
hasta inflamaciones de gran tamaño, abscesos, y en los casos más severos,
reacciones generalizadas que han dado lugar a shock anafilácticos graves que en
último extremo pueden conducir a la muerte.
Los
mosquitos, acaso los agresores más frecuentes, se alimentan de sangre. Suelen
ocasionar picaduras en las zonas descubiertas del cuerpo, produciendo habones o
ronchas rodeadas de eritema, habitualmente muy pruriginosas. Tienen preferencia
por los y las jóvenes (como yo en mis inocentes observaciones), con piel
caliente y un fuerte olor corporal. Les atraen los vestidos oscuros y las
elevadas concentraciones de dióxido de carbono. Tienden a alimentarse desde el
crepúsculo hasta la salida del sol.
En cuanto a los himenópteros (abejas y avispas), no pican para alimentarse, sino que lo hacen como medida defensiva cuando se sienten amenazadas o cuando intuyen peligro para los territorios de sus enjambres o colmenas. Las avispas pueden picar repetidas veces, mientras que las abejas pican una sola vez y mueren, pues al introducir el aguijón, se desprenden de él, y de parte del paquete intestinal. Tanto avispas como abejas se encuentran más activas en las horas centrales del día, y con temperaturas elevadas. Son atraídas por el aroma de las flores y los colores vivos y brillantes. Los aguijonazos producen una reacción local con hinchazón dolorosa que varía en tamaño, según la sensibilidad de la víctima, desde un centímetro, hasta grandes edemas que abarcan zonas extensas de las piernas, la totalidad de la mano o del rostro. En caso de aguijonazos múltiples o cuando participa en la agresión el enjambre o el avispero, la reacción anafiláctica puede ser intensa, y fulminante, produciendo la muerte en pocos minutos si no se inyecta inmediatamente adrenalina para contrarrestar los efectos del veneno.
Medidas
preventivas contra las picaduras de mosquitos:
- Quienes
trabajen al aire libre en los meses estivales deben usar ropa de tejidos
ligeros y frescos, pero que cubra la mayor parte del cuerpo. Son
aconsejables manga larga y sobre todo el pantalón largo y el calzado
cerrado. En el caso concreto de la mosca negra, la práctica totalidad de
las lesiones se producen de rodilla para abajo.
- Conviene
evitar los colores oscuros y los tonos brillantes.
- No
utilizar colonias, perfumes o lociones con aromas frutales o florales.
- Existen
diferentes repelentes. Los eléctricos sólo sirven para locales cerrados.
Trabajando a la intemperie, los más aconsejables son los de aplicación
tópica, recordando que tienen una eficacia limitada, y que el sudor
corporal tiende a neutralizarlos, por lo que las aplicaciones deberán ser
frecuentes.
Medidas
preventivas contra abejas y avispas:
- Procura
no usar ropa de colores vivos o brillantes durante la época y los momentos
de mayor actividad.
- Si
eres apicultor, protégete con la indumentaria adecuada y emplea el
ahumador para tranquilizar a las abejas.
- Si
no eres apicultor, no te acerques a panales ni a avisperos. Si lo haces
accidentalmente, procura retirarte con movimientos lentos.
- Si
una abeja o avispa se posa en tu cuerpo, no intentes matarla o espantarla.
Permanece inmóvil hasta que se marche.
- No
manipules frutas o comidas en zonas en las que abunden las plantas con
flores. En áreas urbanas, procura alejarte de los cubos de basura.
- Evita
caminar descalzo en parques, jardines y campos floridos.
- No
uses perfumes dulces ni spray para el cabello.
- Procura
no segar, recortar setos o podar árboles en las horas de mayor actividad.
- Las
colisiones con avispas y abejas a menudo producen picaduras. Correr,
montar a caballo, en bici o en moto sin casco o con poca ropa, son
actividades de riesgo. También resulta peligroso viajar en automóviles
descapotables, detalle que aporta cierto consuelo a quienes no poseemos
este tipo de vehículo, y contribuye a una especie de justicia poética nada
desdeñable, aunque (reconozcámoslo) un poco revanchista.
- En el caso de picadura de abeja, conviene retirar cuanto antes el aguijón, pues cuando queda enclavado con parte del contenido intestinal de la abeja, la glándula del veneno continúa contrayéndose e inoculando sustancia en el torrente circulatorio.
Con
carácter general hay que evitar rascar las zonas de las picaduras o las
lesiones, ya que al hacerlo erosionamos la piel, permitiendo a las bacterias
penetrar al interior.
En
cuanto al tratamiento de estas lesiones, los preparados tópicos a base de
amoniaco son muy útiles en los primeros momentos tras
Debo
concluir con una pequeña reflexión del profe Bigotini: disfrutad del verano y
procurad que no os piquen los bichos. Si sois propietarios de un automóvil descapotable
y por temor a las picaduras, queréis deshaceros de él, no dudéis en donarlo a
mi fundación para el minucioso estudio de jóvenes hermosas apenas vestidas. He
comprobado la atracción que sobre las pobrecillas ejercen esos lamentables
vehículos.
Envidio a los mosquitos. Siempre mueren entre aplausos. Woody Allen.
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