jueves, 24 de junio de 2021

EL MANUSCRITO DE BAKHSHALI

 


En 1881 cerca de la aldea de Bakhshali, distrito de Peshawar, que actualmente es territorio paquistaní, pero entonces pertenecía a los dominios de la India británica, fueron hallados los restos de un manuscrito realizado sobre corteza de abedul, unas sesenta láminas. La fecha de su datación ha generado controversia. Muchos expertos la sitúan en torno al siglo III, aunque es muy probable que se trate del comentario a un texto mucho más antiguo todavía. El manuscrito de Bakhshali contiene ejercicios matemáticos y reglas para resolver problemas de aritmética, álgebra y geometría. También recoge un método para hallar raíces cuadradas. Descifrar su contenido no fue sencillo, pues la notación matemática del texto emplea signos un tanto singulares. Por ejemplo, utiliza el signo + colocado detrás de los números para indicar que son negativos. El valor desconocido de las ecuaciones, el que se pretende hallar, viene expresado con un punto grueso, e idéntico signo se emplea para el valor cero.


Acaso lo que confiere mayor importancia al hallazgo es constatar que en época tan remota como parece ser la de su elaboración, su autor o autores ya conocían y manejaban conceptos matemáticos más avanzados de lo que en principio se suponía. También es importante que se trata del primer documento científico indostánico que carece por completo de cualquier vínculo religioso o mínima alusión a ninguna instancia sobrenatural.

Uno de los problemas planteados en el texto reza del siguiente modo: Sea un grupo de 20 personas formado por hombres, mujeres y niños. Cada hombre gana 3 monedas, cada mujer 1,5 monedas y cada niño 0,5 monedas. Entre todos ganan 20 monedas ¿Cuál es el número de hombres, de mujeres y de niños?

Si tomamos h, m y n como número de hombres mujeres y niños respectivamente, la operación será:

h + m + n = 20

3h + (3/2)m + (1/2)n = 20

Es decir, 2 hombres, 5 mujeres y 13 niños, es la única solución válida.

Todo un ejemplo de sutileza y conocimientos matemáticos en un tiempo en que parecía impensable encontrar algo remotamente semejante. Otra sorpresa científica que nos depara la arqueología.

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