Dino Buzzati
nació en 1906 en Belluno, una localidad del Véneto, en el seno de una familia
acomodada y culta. Su padre, Giulio Cesare Buzzati era profesor universitario y
su tío materno, Dino Mantovani, de quien heredó el nombre de pila, un escritor
célebre en su tiempo. El joven Dino manifestó ya desde la infancia afición por
la escritura y por las artes. Además de escritor fue un notable dibujante e
ilustrador. También estudió violín y piano, y en sus años mozos destacó en el
deporte del montañismo.
Comenzó
a ejercer el periodismo en el diario conservador Il Corriere della Sera, cabecera a la que permaneció fiel durante
toda su carrera profesional. Durante la etapa fascista, fue enviado especial
del Corriere en Addis Abeba (1939),
en medio de la aventura colonial de Mussolini en Abisinia. En 1940 mientras
trabajaba como reportero de guerra en el crucero Río, publicó su tercera
novela, considerada por la crítica la mejor de su producción literaria: El desierto
de los tártaros, una clarividente metáfora de los horrores de la guerra
que entonces apenas habían comenzado.
Entre
1933 y 1971 escribió un importante número de relatos y novelas breves, muchos
de ellos publicados en primera instancia en la sección literaria de su diario,
y recopilados más tarde en diferentes colecciones y antologías. Obtuvo diversos
premios y galardones, tanto en Italia como en el resto de Europa. A los sesenta
años se casó por vez primera con Almerina Antoniazzi, y en esa etapa publicó su
novela Un amor (1963), que recogiendo su experiencia autobiográfica,
analiza el fenómeno amoroso en el otoño de la vida.
Otras
novelas notables de Buzzati son La famosa invasión de Sicilia por los osos (1945)
y El
gran retrato (1960), una pieza de ciencia-ficción con toques
surrealistas. En su obra se aprecian influencias de Kafka, muy patentes sobre
todo en El desierto de los tártaros. También
son evidentes sus guiños al surrealismo y al existencialismo, comparte
similitudes de estilo con autores como Camus, Sartre o Wilcock.
Curiosamente
Dino Buzzati jamás se consideró escritor, definiéndose siempre como simple
periodista. Una modestia que tuvieron que contradecir lectores y críticos.
Como
dibujante, ilustrador y hasta pintor, Buzzati puede encuadrarse en el
movimiento surrealista, con tendencia manifiesta hacia el cómic, los fumetti,
como se llaman en Italia, fueron siempre para él, motivo de inspiración. Hoy en
nuestra sección literaria, traemos la versión digital de uno de sus más
importantes relatos breves, acaso el mejor de ellos, que dio título a la
primera colección de cuentos que publicó. Se trata de Los
siete mensajeros (1942). Haced clic en la portada y disfrutad la
fluida prosa de Dino Buzzati, un escritor de raza y de talento.
No
hay nada más ingrato que escuchar una verdad que no nos gusta. Dino Buzzati.
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