miércoles, 18 de septiembre de 2019

DEBBIE REYNOLDS, LA CHICA DE LA ETERNA SONRISA




Cuando los espectadores del mundo entero contemplaron a aquella muchacha risueña que cantaba y bailaba con Gene Kelly y Donald O’Connor en Cantando bajo la lluvia, difícilmente podían imaginar que detrás de esa sonrisa y esa juventud se ocultaban veinte años de lucha y trabajo no recompensado. En efecto, desde que siendo todavía una chiquilla, Debbie Reynolds ganó un concurso de belleza en 1932, inició un peregrinaje que parecía interminable, por estudios y platós. Tras muchos fracasos y desengaños, el éxito llegó por fin cuando en 1952 Kelly, que entonces era el rey indiscutible de los musicales en Hollywood, se fijó en ella para ser su partenaire en el que pasaría a la historia como la mejor comedia musical de todos los tiempos. En cierto modo, Debbie se interpretó a sí misma, una chica con talento que al fin tiene la oportunidad de triunfar en el espectáculo.


Después del éxito de Cantando bajo la lluvia, llegaron más oportunidades y más triunfos. Encantadores papeles en comedias encantadoras, un género para el que la chica de la eterna sonrisa estaba especialmente dotada. Debbie se convirtió también en protagonista de las revistas ilustradas de su tiempo. Su desgraciado matrimonio dio como acaso único fruto a su hija Carrie, que años más tarde se convertiría en la princesa de una galaxia muy, muy lejana…
Murió la amante madre sólo un día más tarde que su querida Carrie. Sencillamente, no pudo soportar su pérdida.

Como homenaje póstumo al talento y la frescura de aquella siempre sonriente Debbie Reynolds, os dejamos el enlace (clic en la carátula) para deleitaros con el número Good Morning, uno de los más simpáticos y sugestivos de Cantando bajo la lluvia. Disfrutad.

Próxima entrega: Van Johnson



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