Luis Vaz de Camoes (o Camoens) nació en Lisboa en 1524. Fue
hijo del gentilhombre Simao Vaz de Camoes, de ascendencia gallega, y de Anna de
Sá e Macedo, que estaba lejanamente emparentada con el navegante Vasco de Gama.
Aunque no se tiene certeza, parece que estudió en Coimbra, y de vuelta en
Lisboa llevó una vida licenciosa. Debió ser todo un seductor en esa época, pues
se le atribuyen amoríos tanto con prostitutas como con damas de la corte,
incluyendo a la misma infanta María, hija del rey don Manuel. Una historia algo
oscura lo hace protagonista de un altercado de armas, tal vez un lance galante,
y ayudado por la humanista Luisa Sigeo, huyó a la India, asentándose en la
colonia portuguesa de Goa.
De
regreso a Portugal, la nao en que viajaba naufragó en las costas de Mozambique,
donde padeció mil penalidades hasta que fue socorrido por su amigo Diogo do
Couto, que no solo le salvó la vida, sino que sufragó su pasaje de vuelta a
Portugal, donde dedicó a su benefactor su obra Tan pobre que vivía de los amigos.
Regresó a su patria pobre y enfermo. Su único tesoro eran sus sonetos, que le
fueron robados y no pudieron publicarse hasta después de su muerte, y su gran
obra Os lusiadas, una epopeya compuesta de diez
cantos en octavas reales, considerada universalmente como una de las
principales muestras de la épica culta del Renacimiento, y sin duda como la
cumbre de la literatura clásica en lengua portuguesa. Consiguió publicarla en
1572 gracias a que algunos amigos influyentes le concertaron una audiencia con
el rey Sebastián. Tanto agradó la obra al monarca que la hizo publicar a su
costa, y asignó al poeta una modesta pensión que ni siquiera llegó a cobrar
nunca por retrasarse la libranza de los dineros en la inextricable maraña
burocrática de la corte.
Murió
Camoes en 1580 y en la miseria más absoluta, dos años después de la derrota
portuguesa de Alcazarquivir, que supuso el fin de la dinastía lusa y la
entronización de Felipe II de España como rey de Portugal. Su tumba, sufragada
por los amigos, desapareció en el terremoto de Lisboa de 1755. En 1988 los
gobiernos de Portugal y Brasil instituyeron el galardón que lleva su nombre, y
que premia a los más destacados autores en portugués. Luis de Camoes fue el más
grande poeta en esa lengua, su obra lírica, a caballo entre
el clasicismo y el manierismo, alcanza cumbres elevadísimas en Os lusiadas, la obra que nuestra
biblioteca Bigotini tiene el placer de poner hoy a vuestro alcance. Haced clic en
la cubierta y disfrutad de esta
versión virtual traducida al castellano.
¿Preguntáis
el por qué de este quebranto? Responderlo no sé… Tal vez sería sólo porque os
miré, dulce señora. Luis de Camoes.
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