lunes, 29 de abril de 2019

FRANK CAPRA, EL ABANDERADO DE LAS LIBERTADES CIVILES





Resulta llamativo que un emigrante siciliano como Frank Capra constituya uno de los mayores ejemplos de patriotismo americano. Su biografía personal estuvo marcada por su compromiso con el ejército de su patria de adopción, sirviendo primero en el frente como soldado durante la Primera Gran Guerra, y dirigiendo en la Segunda un puñado de documentales que se convirtieron en otros tantos documentos imprescindibles para curiosos e historiadores.
En cuanto a su trayectoria como cineasta en la industria hollywoodiense, Capra supo plasmar como ningún otro director el espíritu americano en sus valores más positivos, derechos civiles y libertades. Sus personajes, que interpretaron auténticas leyendas de las carteleras como Gary Cooper o James Stewart, fueron para el público grandes paladines, héroes cotidianos que se rebelaban contra la injusticia y se crecían ante los poderosos prepotentes. El Stewart de ¡Qué bello es vivir! es un verdadero santo laico, la Jean Arthur de Vive como quieras o Caballero sin espada, es el prototipo de mujer libre y fuerte, una moderna Juana de Arco capaz de enfrentarse a cualquier tirano.
Capra sabía cómo meterse en el bolsillo al público, tocando como ningún otro los resortes emocionales más profundos. Como modesto homenaje a la inmensa figura de Frank Capra, os dejamos el enlace (clic en la foto) para visionar la escena final de ¡Qué bello es vivir!, que se ha convertido con el paso de los años en el mayor clásico navideño en las televisiones de medio mundo. Disfrutad unos minutos de la emoción que producen las imágenes.

Próxima entrega: Gloria Grahame



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