Recordad
vuestra infancia. Os resultará más fácil que a mi, que ya la tengo muy lejana.
¿No habéis tenido nunca la fantasía de los mundos infinitos? Representaos un
momento toda la inmensidad del universo, las distancias interestelares, la
abrumadora magnitud de nuestra galaxia… Imaginad ahora que todo un universo
como el nuestro cabe en un minúsculo grano de arena. Si dispusiéramos de un
microscopio de suficiente alcance, podríamos adentrarnos en esos mundos que
contiene el grano de arena. Quizá en un grano de arena de ese universo hay otro
universo aun más pequeño donde otro grano de arena contiene otro universo… La
modelo del retrato mira su propio retrato, dentro del cual hay otra modelo
igual mirando su retrato que mira… Viene a ser lo mismo. Pero giremos en
sentido contrario la rueda del zoom, e imaginemos que también nuestro universo
ocupa un minúsculo grano de arena dentro de otro universo, que a su vez no es
más que un grano de arena en otro mayor que… Fascinante, ¿verdad?
Este
ha sido un argumento recurrente de novelas de ciencia-ficción y diversas
fantasías literarias (de esto sabían mucho Jonathan Swift y Jorge Luis Borges).
Sin embargo, con los naturales límites de nuestros sentidos y nuestros
instrumentos de medida, el universo físico es así en cierta forma.
Fijémonos por ejemplo en el apasionante tema de los tamaños y las distancias. En
Física, la unidad de longitud es el centímetro (cm), que como sabéis es
la centésima parte del metro. En el brillante Siglo de las Luces el metro se definió como “la diezmillonésima
parte del cuadrante del meridiano terrestre” (el que pasa por París,
naturalmente). Como la reproducción del metro patrón basada en esta definición
natural tenía muchos inconvenientes, décadas después se estableció definir el
metro como “la longitud de un patrón de platino iridiado que se conservaba en
la Oficina Internacional de Pesas y Medidas” (de París, naturalmente). En la
actualidad se ha renunciado también a esta definición del metro como medición
entre trazos, y se admite por la comunidad científica la definición del metro luminoso, a saber: la longitud igual a 1.650.763, 73
longitudes de onda de la luz correspondiente a la radiación rojo-anaranjada
emitida por un átomo de gas criptón-86 en un tubo de descarga eléctica. ¡Ahí
queda eso!
Si
el movimiento se demuestra andando, acaso las medidas se demuestren midiendo,
así que aquí os ofrezco una curiosa tabla con las longitudes de diversos
objetos y distancias de menor a mayor. Como en muchos casos la cantidad de
ceros que seguirían a la unidad es tan abrumadora que ocuparía varias
pantallas, me he inclinado por la notación científica con superíndices.
Longitudes expresadas en metros
Núcleo atómico
|
10-15
|
Diámetro del átomo de sodio
|
10-11
|
Enlace carbono-carbono
|
1,5 x 10-10
|
Diámetro del ADN
|
2 x 10-9
|
Grosor de un microfilamento
|
7 x 10-9
|
Molécula de hemoglobina
|
10-8
|
Membrana celular
|
2 x 10-8
|
Diámetro de un virus pequeño
|
3 x 10-8
|
Diámetro de una bacteria pequeña
|
2 x 10-7
|
Longitud de onda de la luz visible
|
7 x 10-7
|
Diámetro de una mitocondria
|
10-6
|
Diámetro de una bacteria grande
|
2 x 10-6
|
Diámetro de una célula hepática de
mamífero
|
2 x 10-5
|
Huevo de un erizo de mar
|
7 x 10-5
|
Diámetro de una ameba gigante
|
2 x 10-4
|
Crustáceo pequeño
|
10-3
|
Diámetro de un huevo de avestruz
|
4 x 10-2
|
Conejo
|
10-1
|
Hombre alto
|
2 x 100 (2 metros)
|
Ballena azul
|
3 x 101
|
Puente de Brooklyn
|
103
|
Diámetro de la Tierra
|
1,3 x 107
|
Diámetro del Sol
|
1,2 x 109
|
Distancia de la Tierra al Sol
|
1,3 x 1011
|
Diámetro de nuestra galaxia
|
1022
|
Distancia a las galaxias más
lejanas
|
1028
|
A
menudo los números no dan una idea cabal de la realidad de las cosas, y por
otra parte, una imagen vale más que mil palabras, así que aquí tenéis una vertiginosa aproximación a lo muy pequeño. El profe os deja. Se siente encoger por momentos, mientras su enorme narizota no deja de crecer.
Mi mujer me dijo: aunque yo prefiero, como tu ya sabes,
la del jardinero, por si te interesa pon que estáis a la par, solo que la suya
es mucho menos familiar. Y aunque en rigor no es mejor por ser mayor o menor,
nunca olvida traerme una flor. Javier
Krahe.
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