A
pesar de lo muy espectacular de algunas escenas, en los comic y en
las películas de Spider-Man se subestiman en gran
medida las propiedades físicas de la telaraña.
Para conseguir las proezas que realiza el héroe, no serían
necesarias hebras tan gruesas como las que aparecen en la pantalla.
Las telarañas reales son polímeros dotados de unas propiedades
verdaderamente asombrosas. En el mundo real, la seda que forma la
tela de estos artrópodos, se compone de dos proteínas que le
aportan fuerza, solidez y elasticidad. Cada una de ellas contiene
tres regiones con propiedades bien diferenciadas. La primera forma
una matriz no cristalina (amorfa) que aporta a la seda una
elasticidad fantástica.
El
mecanismo físico por el que funcionan las telas de araña, nos lo
describe pormenorizadamente William
K. Purves, biólogo californiano: Cuando un insecto
contacta con la red, la matriz amorfa se estira, y sus proteínas
absorben toda la energía cinética del impacto. Además hay otros
dos tipos de regiones cristalinas que refuerzan la seda. Ambas están
muy plegadas y se oponen al estiramiento. Una de ellas es rígida.
Parece que los pliegues de las regiones cristalinas menos rígidas,
anclan los cristales rígidos a la pared amorfa. La seda que conforma
los tirantes mide apenas la décima parte del diámetro de un cabello
humano, sin embargo, en proporción a su peso, resulta varias veces
más resistente que el acero.
Así
que ya lo veis, en los tirantes de nuestro célebre Spider-Man
podrían columpiarse tranquilamente un elefante o una ballena. Una
prueba (otra más) de que la naturaleza es mucho más asombrosa y
fantástica de lo que puede imaginarse. Cualquier día dedicaremos un
artículo a las propiedades físicas de la nariz del profe Bigotini.
Intentó
suicidarse, y casi se mata.
Fuaaaaaaa es impresionante, realmente me sirvió muchísimo para mi tarea xd
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