Historietas,
comics, tebeos, tiras cómicas… Los franceses las llaman bandes
dessinées, los italianos
fumetti…
Muchos nombres, y seguramente tantas definiciones como estudiosos del
género. ¿Pero, es un género? Hay quienes consideran al comic un
arte, el noveno arte
(por su orden:
arquitectura, danza, escultura, música, pintura, literatura, cine,
fotografía y comic). Lo cierto es que entre los dibujantes e
ilustradores ha habido y sigue habiendo grandes artistas. Incluso
escritores más que notables han producido excelentes guiones de
comic. En cualquier caso, el comic, la historieta puede considerarse
junto con el cine y la fotografía, como la forma de expresión más
popular del pasado siglo XX. Es difícil saber qué ocurrirá (qué
está ocurriendo ya) en el XXI. En nuestra época los soportes
informáticos monopolizan la cultura audiovisual, y cualquier
expresión deberá adaptarse a estos formatos si pretende medrar o
siquiera sobrevivir.
Ya
sabéis que el profe Bigotini no es ajeno a ningún fenómeno
cultural, así que desde aquí nos proponemos hacer un recorrido por
la Historia
de la historieta
en sucesivas entregas. Como siempre, no pretendemos con ello sentar
cátedra ni detentar la posesión de la verdad. Daremos sencillamente
nuestras opiniones, procurando en todo caso entretener y divertir a
quienes nos visitáis, ojala tanto como nos divierte a nosotros
escribir nuestras tonterías.
Es
difícil decir cuáles pueden ser los precedentes históricos. Quizá
los monjes medievales ya iniciaron el camino con sus prodigiosas
miniaturas. Algunas, como puede comprobarse, tienen hasta bocadillos
con diálogos:
En
el Renacimiento y el Barroco encontramos también algún ejemplo,
como este pergamino alemán de 1493, o ese otro grabado inglés del
XVI, en el que se parodiaban las tragedias españolas:
En
el XVIII, el siglo de las luces, coincidiendo con el
perfeccionamiento de las técnicas de impresión por una parte, y con
el auge de las publicaciones periódicas, encontramos abundantes
ejemplos:
No
me resisto a terminar esta primera entrega sobre la prehistoria del
tebeo, con la deliciosa serie de Francisco de Goya que reproducimos
más abajo. El bandolero que pretende saquear la iglesia, se
encuentra con la inesperada resistencia del fraile. El resultado no
puede ser más ingenuo ni más gracioso. El genial pintor de
Fuendetodos plasmó aquí un suceso real con un humor y una
desenvoltura, que verdaderamente se aproximan a la moderna
historieta. Juzgad si no vosotros mismos:
…Y
es que nuestro aragonés universal fue todo un adelantado a su
tiempo, amigos. En próximas entregas seguiremos desgranando estas
pequeñas y grandes historias de la historieta.
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