El
galés Robert
Recorde nació
en 1510 en el seno de una familia humilde. Por méritos propios se
abrió camino en el ámbito académico, llegando a ser profesor de
matemáticas en Oxford y Cambridge, las dos universidades más
importantes del país. Compaginó las matemáticas con la medicina,
su otra gran pasión. Como médico obtuvo un éxito notable, pues
llegó a estar al servicio de Eduardo VI y de la reina María. Recode
destacó también como funcionario público, ostentando los cargos de
inspector de minas e inspector de la moneda en Irlanda. Fue autor del
Grounde of Artes
(1541), un completo tratado de aritmética que alcanzó hasta doce
reediciones, lo que en su tiempo constituyó todo un record.
Lamentablemente, no tuvo difusión fuera de las islas, pues estaba
escrito en inglés, en una época en que cualquier libro con vocación
de influir en la ciencia continental, utilizaba como vehículo el
latín.
Pero
por lo que más se recuerda a Robert Recorde, y el detalle que le ha
hecho inmortal, es la introducción del signo =, las dos líneas
paralelas horizontales, para expresar la igualdad. De ahí el titular
que nos hemos permitido en el encabezamiento. Antes de él, la
igualdad se expresaba de forma retórica con palabras como aequales
o aequantur.
En la obra de Recorde el signo aparece mucho más largo de cómo
ahora lo utilizamos, pero en cualquier caso, se hizo popular primero
en las islas británicas y después en el continente. Otras de sus
obras importantes fueron Pathewaie
to knowledge (Camino
hacia el conocimiento), y sobre todo The
castle of knowledge
(El castillo del conocimiento).
El
que fue probablemente el más insigne matemático británico del
siglo XVI, iniciador de la escuela
matemática inglesa,
murió en 1558, cuando solo contaba cuarenta y ocho años. Falleció
en prisión, donde fue a parar por motivos aun no bien aclarados.
Pudieron ser de índole política, ideológica o religiosa.
Desgraciadamente en su tiempo era fácil caer en desgracia y terminar
encerrado en un torreón o incluso decapitado. Desde aquí nuestro
modesto recuerdo al gran Robert Recorde, el inventor del signo de la
igualdad, que no pudo hallar en vida, ni libertad ni fraternidad.
Para
poder ser dueños de la libertad, primero debemos ser esclavos de la
justicia. Marco Tulio Cicerón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario