Los
que peinamos canas (y aquellos a los que no les queda pelo que
peinar) recordamos el show
de Dick
Powell en la
prehistórica televisión monocromática y singular del franquismo
sesentero. Para entonces el actor había completado su curiosa
metamorfosis. En efecto, Powell comenzó en los albores de la década
de los treinta como el típico y tópico cantante guapete que
ahuecaba la voz y pestañeaba, para rendir la fortaleza de las
jovencitas y sus mamás. Esta imagen le permitió convertirse en
estrella de la Warner y fenómeno de masas. Hacía entonces papelitos
de chico lánguido en películas musicales o de universitario alocado
en comedias más o menos insustanciales. Dick Powell popularizó en
esa época el personaje de jovenzuelo medio idiota con abrigo de
piel, sombrero con el ala aplastada y banjo en ristre. O sea, como
una especie de veterano de la tuna de ingeniería, pero en plan
yankee doodle.
Vamos, una pena.
Pero
he aquí que de repente el hombre maduró, se formalizó y se dedicó
a hacer buenas películas sorprendiendo a propios y extraños. Cambió
el tono de su voz, y hasta puede decirse que le cambió el rostro. Su
nueva etapa de actor prestigioso comenzó en 1944 con Historia
de un detective, y
culminó en 1952 con Cautivos
del mal.
En
fin, como ya sabéis que en Bigotini somos un poco nostálgicos, os
brindamos hoy el enlace para visionar el trailer
de Dames
(1934), un típico musical made
in América de los que
hacían las delicias del público en aquellos años. En la película
acompañaban a nuestro hombre Joan Blondell y Ruby Keeler. Veréis
que Powell tenía la pinta del pequeño Nicolás con sombrero. Haced
clic en la imagen
y pasadlo bien.https://www.youtube.com/watch?v=vc7csAWH1Ro
Próxima
entrega: Loretta Young
No hay comentarios:
Publicar un comentario