Steve McQueen, actor de vocación
tardía, fue para millones de espectadores de todo el mundo, el abanderado de
aquella generación de los sesenta, un tiempo de cambios en el que ya nadie
hablaba de estrellas. Ni siquiera lo
hacían las revistas ilustradas. Se acabaron aquellas estrellas glamurosas,
misteriosas e inalcanzables de la edad dorada, para dar paso a una nueva
generación de seres de carne y hueso aireando sus flaquezas. La prensa
especializada comenzó a hurgar en la vida sentimental y las miserias de los
ídolos caídos hollywoodienses. Divorcios, adulterios, adicciones, salieron a la
luz como salen las ratas de los sumideros.
McQueen
en concreto, era un rebelde. Su imagen de rebelde, tan atractiva y tan cercana,
traspasó fronteras. Sus trabajos en producciones tan emblemáticas como Los siete magníficos, La gran evasión, El
rey del juego, El Yang-Tsé en llamas o Bullit,
contribuyeron a ello. En la vida privada, que se aireó y se hizo pública, destacaba
su imagen de apasionado del motor y participante en toda clase de carreras de
dos y cuatro ruedas. Ya en los setenta, descuidó un tanto su carrera de actor.
En esa década apareció en películas de exclusiva orientación comercial, como la
fallida superproducción de catástrofes El
coloso en llamas, producto que hoy en día no resiste una revisión.
Para
recordar a Steve McQueen, os traemos una selección de escenas de sus películas.
Pinchen el enlace, pasen y disfruten.
Steve McQueen. Selección de escenas
https://www.youtube.com/watch?v=X4v1ahx2-Do
Próxima entrega: Candice Bergen
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