A
pocas mujeres les ha sentado tan bien un sweater como a Kim
Novak. Después de mil peripecias, y de ejercer otros tantos
oficios, la joven Kim aterrizó por fin en Hollywood y en la industria del cine
haciendo al principio papeles de rubia escandalosa y un tanto vulgar. Algún
productor avezado le cambió su nombre original de Marilyn por el de Kim, para
no suscitar comparaciones con la Monroe que en aquellos primeros cincuenta era
una estrella emergente y rutilante. Kim era sexy y se sabía sexy, por eso no le
importó explotar aquella cualidad tan interesante siempre en el mundo del show
business. Pero como Kim, la sensual, la pizpireta Kim, no era rubia natural,
tampoco era precisamente boba, que es el defecto que suele atribuirse
tradicionalmente a las rubias. Así que, entre destape insinuante ante las
cámaras y pose en negligée, ella fue estudiando, aprendiendo y preparándose
para papeles de mayor importancia. No tardarían en llegar. Primero de la mano
de Joshua Logan en la inolvidable Picnic,
donde interpretó magistralmente a una chica de pueblo seducida por (y seductora
de) el atractivo aventurero que encarnaba William Holden. Ya en los sesenta
alcanzó la consagración que significó el aplauso de crítica y público por su
doble y difícil papel en Vértigo, que
algunos consideran la mejor película de Hitchcoch. En ella la Novak soportó una
infinidad de dificultades en el rodaje y hasta el acoso inmisericorde del jefe,
en época en la que un vergonzoso pasar por el aro formaba parte de la
normalidad cotidiana. Hizo también trabajos notables junto a Frank Sinatra o
junto a Kirk Douglas, y remató la faena en aquella deliciosa Bésame, tonto a las órdenes del genial
Billy Wilder.
Después, ya a partir de los setenta, simplemente se dejó llevar por la corriente, y terminó de explotar su faceta de sex-symbol madurita, dándose a la buena vida y ganando unos kilos de más que incluso en aquel tiempo comenzaban a resultar algo excesivos para quienes no saben apreciar la verdadera belleza. Según íntima confesión, fue feliz, que en definitiva es lo que de verdad importa. Para rendir homenaje en Bigotini a Kim Novak, una de nuestras preferidas, os ofrecemos el enlace con un reportaje que recoge lo más sobresaliente de su biografía y su filmografía. Disfrutadlo.
https://www.youtube.com/watch?v=qXKpPwggcGc
Próxima
entrega: Joshua Logan
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