Encuentre un cuadrado tal
que si se le resta 63/4, el resultado es su propia raíz.
Este
es el enunciado de uno de los problemas que aparecen en el Sumario
Compendioso, obra publicada en México en 1556, debida a la pluma
y al talento de su autor, el hermano, más tarde padre, Juan
Díez, un religioso con vocación científica que acompañó a Hernán
Cortés durante la expedición de conquista del Imperio Azteca. Expresado en notación
científica el problema citado equivale a resolver la ecuación x2
– 63/4 = x
El
título completo de la obra es Sumario compendioso de las quentas de plata
y oro que en los reynos del Piru son necesarias a los mercaderes y todo género
de tratantes. Con algunas reglas tocantes al Arithmetica. Y en la
portada se añade en caracteres discretos, que está fecho por Juan Díez, freyle.
El libro se imprimió en la capital mexicana de la Nueva España, como se llamó
el territorio en un principio. Tanto la imprenta como el papel fueron
trasladados en barco desde España a México. Se ignora cuantos ejemplares fueron
fruto de aquella primera impresión. Actualmente sólo se conservan cuatro.
Tal
como se anuncia en la portada, el libro fue escrito por el religioso para servir
principalmente a los compradores de oro y plata de las minas de México y Perú.
Proporciona tablas dirigidas a facilitar a los comerciantes la obtención de
valores numéricos sin necesidad de hacer demasiados cálculos. Parte del
meritorio trabajo de Díez se dedica al álgebra relacionada con la ecuación
cuadrática, es decir, ecuaciones de la forma ax2 + bx + c = 0;
siendo a distinta de 0, lo que se ejemplifica perfectamente en el
problema enunciado más arriba.
Siguiendo
a Shirley Gris y C. E. Sandifer, el Sumario
Compendioso es el primer texto matemático impreso en el Nuevo Mundo. Su
aparición es muy anterior a la emigración de los puritanos ingleses a
Norteamérica y al asentamiento de Jamestown en Virginia. El primer libro de
matemáticas en inglés de América no se publicó hasta 1703. Los autores citados
añaden que de todos los libros coloniales
de matemáticas, los escritos en español son los más interesantes, porque en su
mayor parte se redactaron en América para ser utilizados por quienes allí
vivían. Ni el profesor Bigotini ni yo mismo osaremos por un momento
corregir a eruditos tan meritorios, así que nos limitamos a asentir y a admirar
el trabajo de Juan Díez, aquel modesto fraile que quiso y consiguió introducir
el cálculo aritmético entre los pobladores del nuevo continente.
-¿Detrás es un adverbio de tiempo?
-No.
-¿Y
ahora?
-Ahora
sí.
-¿Y
antes, no?
-Sí,
sí, antes también.
-Entonces,
¿por qué me has dicho antes que no?
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