Robert Mitchum fue siempre un tipo duro.
Al menos en la pantalla. Un actor sólido que a lo largo de tres décadas encarnó
a toda clase de tipos duros, gangsters, policías, delincuentes… Sonreía poco, y
cuando lo hacía mostraba más que una sonrisa, una especie de rictus irónico.
Mitchum brilló en el cine negro, el melodrama, el western, incluso en alguna
cinta de suspense y hasta de miedo, como La
noche del cazador o El cabo del
terror.
La
comedia, sin embargo, nunca fue lo suyo. Un par de incursiones en el género le
depararon rotundos fracasos. Ya hemos dicho que sonreír no era precisamente su
especialidad, y si alguna vez soltaba una risita, el espectador podía estar
seguro de que a continuación soltaría un guantazo o un tiro. En fin, un tipo
duro, ya se sabe.
En
lo personar fue al parecer un hombre sencillo o al menos así se definió siempre
a sí mismo. Confesó en una ocasión que nunca veía sus películas porque le
avergonzaba verse actuar. Tampoco era demasiado aficionado al cine en general,
decía que las películas, cualesquiera que fuesen, le aburrían soberanamente.
Como
galán también fue siempre un tipo duro. Nunca hizo el papel del enamorado que
corre hacia la chica con un ramo de flores. Eso tampoco era lo suyo.
Para recordar a Robert Mitchum traemos aquí (clic en el enlace) un recorrido por su filmografía aderezado con la música de Río sin retorno, uno de sus grandes papeles, un western atípico o más bien una movie road por río en vez de por carretera, donde se encargó de mantener a salvo a su hijo y a una espléndida Marilyn Monroe. Disfrutadlo.
https://www.youtube.com/watch?v=y2qtAiaL9VU
Próxima entrega: William Holden
No hay comentarios:
Publicar un comentario