En Salud Laboral es sobradamente
conocido que determinados puestos de trabajo implican permanecer de pie durante
la mayor parte de la jornada productiva. Destacan entre otras, las actividades
de hostelería, comercio, vendedores, dependientes, peluquerías, esteticistas,
salones de belleza, personal de enfermería, docencia, puestos de montaje,
vigilancia, limpieza, mantenimiento, control, supervisión, así como muchas
otras tareas en fábricas, industrias y talleres de todo tipo.
Las articulaciones más
frecuentemente afectadas son: cervicales, dorsales, lumbares, caderas, rodillas
y tobillos.
Para minimizar los efectos adversos
de la permanencia prolongada en bipedestación, ofrecemos unos sencillos
consejos prácticos preventivos:
Muévete todo lo posible. Caminar, alternar con posturas dinámicas y variar a menudo la posición de los pies, repartiendo el peso de las cargas, son medidas preventivas muy importantes.
Si dispones de superficie de trabajo (mesas, mostradores…), conviene mucho adaptar su altura al tipo de esfuerzo requerido. Es útil contar con un reposapiés.
La insuficiencia venosa, venas
varicosas y varices constituyen también un problema frecuente Para prevenirlo y
aliviarlo es recomendable:
§ Caminar y hacer ejercicio
(bicicleta, natación).
§ Masajes manuales y tonificación
mediante hidromasaje.
§ Calzado cómodo y plano (evitar los
tacones altos).
§ Elevar las piernas en los periodos
de descanso para favorecer el retorno venoso.
§ Utilizar medias compresivas en los
meses fríos.
§ En caso necesario, seguir un
tratamiento con flebotónicos, siempre bajo control médico.
Finalmente es preciso recalcar que la fisioterapia preventiva y los cursos de espalda sana constituyen el método más eficaz y demostradamente útil en la prevención de estas molestias.
Consulta tus dudas a los
profesionales de tu servicio de prevención.
Cuando el viajero llegó al fin del mundo, se dio de bruces contra su propia espalda.
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