viernes, 29 de octubre de 2021

CIÁTICA, UN DOLOR DE LARGO RECORRIDO

 


Cuando un dolor lumbar se extiende por la extremidad inferior, llegando en ocasiones hasta más abajo de la rodilla, hablamos de ciática o ciatalgia. La causa es la afectación del nervio ciático en su trayecto alto. Generalmente se produce compromiso radicular en el mismo arranque del nervio a nivel lumbar, por protusiones, desplazamientos o herniaciones de los discos intervertebrales (lo más frecuente), de las propias vértebras, o de algún otro elemento. Puede deberse a un traumatismo o a algún sobreesfuerzo brusco (así ocurre en ocasiones en el ámbito laboral), pero también juega un papel importante la patología degenerativa, el desgaste vertebral y el deterioro discal propio de la edad. En el trabajo es típico el ataque de ciática por pinzamiento del nervio al intentar mover un gran peso en una postura forzada.


Contra lo que usualmente se piensa, las discopatías e incluso las hernias de disco no son patologías necesariamente incapacitantes. La mayoría de las personas mayores de 40 años presentamos en la región lumbar desplazamientos o hernias discales. Ocurre que estos cuadros son generalmente asintomáticos, porque no comprometen las raíces nerviosas de ninguna manera. Como sucede en cualquier lesión mecánica, la casuística puede ser extraordinariamente variada, y del mismo modo encontramos cuadros anatómicamente desastrosos sin apenas molestias, que dolores muy intensos sin aparente causa objetiva.

El síntoma principal y prácticamente único es el dolor. Un dolor lacerante que en fases agudas puede llegar a ser incapacitante, impidiendo caminar e incluso dormir o permanecer acostado. No son infrecuentes las afectaciones sensitivas, parestesias o disestesias, que en ocasiones afectan a toda la extremidad inferior. La ciatalgia puede presentarse de forma brusca o de manera insidiosa, incrementándose poco a poco a lo largo de los días. Siguiendo la guía semFYC, donde encontramos siempre la información más clara y fiable para los pacientes, ofrecemos a continuación una serie de consejos prácticos útiles en caso de ciática.


¿Qué puedo hacer?

  • Ante un dolor de estas características, consulta con tu médico. Él te explorará y decidirá si precisas alguna prueba complementaria, y qué tratamiento te conviene. Sigue al pie de la letra sus recomendaciones.
  • Evita el dolor. Si te duele estando sentado, túmbate, y si empieza a dolerte tumbado, camina un poco. Caminar sin dolor acelera la curación.
  • Levántate de la cama lentamente, sentándote primero a partir del decúbito lateral. Una vez sentado levántate despacio, apoyando ambos pies en el suelo.
  • Descansa de lado con una almohada entre las piernas.
  • Aplícate calor en la zona dolorida durante unos 20 minutos, varias veces al día.
  • Piensa que el dolor intenso normalmente sólo dura unos días. En casos extremos puede prolongarse unas semanas.
  • Aprovecha ese tiempo para leer, estudiar, escuchar música… No permitas que el dolor adquiera un protagonismo absoluto.
  • Intenta perder unos kilos si tienes sobrepeso u obesidad.
  • Cuando ceda la fase aguda, acude a rehabilitación. Las técnicas que te aplicará y los ejercicios que te recomendará el fisioterapeuta, son la mejor receta para que el ataque no vuelva a repetirse.

Evita:

  • El reposo demasiado prolongado en cama. Un reposo absoluto de más de dos semanas retrasa la curación. Siempre que sea posible, muévete un poco o da algún pequeño paseo.
  • Soportar grandes pesos. Si tu actividad habitual implica manejo de cargas considerables, no la reanudes hasta que no lleves unos meses sintiéndote bien.
  • Permanecer mucho tiempo de pie y parado. Es mejor caminar.

 

Para que no vuelva a ocurrir:

  • Toma los pesos correctamente. Sin doblar la espalda. Ponte en cuclillas y deja que las piernas hagan la mayor parte del trabajo.
  • Ocasionalmente puedes usar una faja si es previsible realizar algún trabajo de riesgo. Las más aconsejables son las fajas de motorista o las antiguas de lana. En cualquier caso no deben llevarse durante muchas horas.
  • Haz ejercicio cada día. Estiramientos, caminar, ejercicios en la piscina, nadar de espalda, andar en bici con el manillar alto y la espalda erguida. Evita los saltos y los impactos bruscos. No son aconsejables el aerobic o el baloncesto.
  • Haz ejercicios fáciles para relajar la espalda. Fíjate en la ilustración.
  • Cambia a menudo de tarea y de postura.
  • Si sientes molestias en algún ejercicio o alguna tarea, descansa un rato.
  • Usa una cama firme, pero no demasiado dura.
  • Siéntate con las rodillas ligeramente más elevadas que las caderas, y con la espalda bien respaldada.

Cuándo consultar al médico:

  • Si el dolor llega a despertarte en mitad del sueño.
  • Si el dolor se prolonga más de seis semanas.
  • Si duelen las dos piernas a la vez.
  • Si notas pérdida de fuerza en la extremidad.
  • Si tienes fiebre.

 

Hasta aquí los consejos. Si padeces o has padecido ciática, o si ya has cumplido los cuarenta, eres un candidato/a perfecto para que el episodio se repita, sobre todo si también tienes sobrepeso. Cuídate. Haz ejercicio regularmente, siéntate bien y duerme bien. Estas son las claves. Está en tu mano.

Amigos, no merezco este premio que me habéis concedido, pero tampoco merezco tener este dolor de espalda, así que me quedaré con los dos. Jack Benny.


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